Ojalá pudiera decir que comprendía que el por que Dios se lo había llevado.

Pero no era así...

Yo estaba enojada con Dios por haberlo quitado...

Me negaba a aceptar los designios de Dios...

Mi corazón comenzó a llenarse de resentimiento, de ira, de rencor...

Pero yo nunca pensé que doliera tanto...

Nunca imaginé que tendría que soportar el dolor de perder a la persona que amaba.

Nunca imaginé llegar a experimentar el dolor de perder a alguien muy importante...

Pero así es la vida, en un momento a otro puede terminarse.

La vida es polvo puede esparcirse en un segundo...

...Yo te extrañare...

Josh, voy a extrañarte tanto...será difícil seguir con mi vida si tu no estás.

Inmediatamente mi mente se llenó de recuerdos de él.

El día en que me regaló el collar...

El día que me ofreció su amistad sincera...

El juego de voleibol...

La tarde de películas...

El día del campamento...

Verlo todos los días en la escuela...

La vez que cantamos juntos en navidad...

Su mensaje en año nuevo...

Cuando me invito a salir...

Cuando con sus últimos alientos me confesó su amor...

Me levanté lentamente del pasto y limpié mis lágrimas.

A lo lejos logré divisar a Edward, quien venía caminando hasta donde yo estaba.

Cuando estuvo cerca de mi me abrazó y yo lloré en su hombro.

— Lo voy a extrañar — dije en un susurró

— todos lo haremos — respondió él — tengo algo que entregarte

— ¿qué cosa? — pregunté confundida

— Una carta de Josh — en sus manos sostenía un sobre — él la escribió hace unos días, dijo que te la entregaría el día de la graduación cuando se fuera...

— ¿a dónde iba a ir?

— a cumplir uno de sus sueños...

— No lo entiendo

— Él había decidido irse de Soldado en cuanto terminara la preparatoria...

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