Capitulo 4. Betty ¿Qué se hizo?

En başından başla
                                    

M.: Pues yo quisiera acabar con eso, Betty. No es justo que la traten a usted de
ese modo. No tienen derecho a hacerlo. ¿Y por qué lo hacen? Pues porque se creen los amos de la moda y la estética...

B.: -Avergonzada- Mario... es que usted sabe que... yo soy... muy fea... pero no puedo evitarlo...

Por unos instantes Mario Calderón siente algo que él piensa que es "lástima" al escuchar las palabras de Betty. La muchacha está casi"justificando" el trato que le dan por su aspecto... Se sorprende al darse cuenta que algo dentro de él se rebela contra eso... ¡Ahora más que nunca va a intentar que cambie de imagen! Casi con apasionamiento le dice:

M.: ¡Eso no es así, Betty!

Betty se sorprende ante el tono de las palabras del vicepresidente comercial. Antes de que sea capaz de reaccionar él continúa, un poco más calmado.

M.: Vea Betty, usted no es... fea - él mismo se sorprende al darse cuenta de lo sinceras que suenan sus palabras- Lo que usted necesita es... que alguien la... asesore sobre cómo... arreglarse...

B.: -Cada vez más ruborizada- Don... don... perdón... Mario... ¿usted me ha visto bien?

M.: -Rotundo- Claro que sí, Betty y por eso es que le estoy diciendo esto... Mario está muy sorprendido. Está diciéndole a Betty exactamente lo que
planeó decirle, pero... al tiempo que lo dice él mismo piensa que es cierto...
"Hermano, ¿se está metiendo tanto en el papel que usted mismo ya se lo cree? ¡Hay que ver que buen actor es...!"

Betty por su parte no sale de su asombro. Su "amor" secreto le está diciendo que ella no es fea y le está proponiendo ¿asesorarla para cambiar de imagen? Eso le ha parecido entender. A pesar de su escepticismo respecto a que ella pueda dejar de ser fea, no puede evitar enternecerse ante el gesto de él. "Don Mario me quiere ayudar a cambiar para que no se burlen de mí en la empresa. ¡Qué hombre más divino! Claro, que él quiere compensarte de algún modo lo que tú lo ayudaste con sus inversiones... ¡Pero si ya te lo compensó recomendándote a ese dentista tan bueno... que prácticamente te "regaló" su trabajo! Betty, ¿será que él siente algo por ti...? ¡Usted parece que haya bebido trago...! ¿Cómo va a sentir algo por una mujer como tú el
triplepapito de Mario Calderón? ¡Si a él sólo le gustan las mujeres 90-60-90!
¡Betty estás delirando! Mejor te calmas un poco que se va a dar cuenta de lo impresionada que te sientes." En voz alta le dice:

B.: Mario, ¡esa es una misión imposible! Yo nací fea y moriré fea...

M.: -Enternecido a su pesar- ¡Betty no se maltrate! ¡Eso no es verdad! Vea, le propongo un trato...

B.: -Intrigada- ¿Un trato? ¿Qué trato?

M.: Usted se pone en mis manos y verá como yo consigo... cambiar su imagen...

B.: ¿Y si no lo consigue?

M.: No me ha dejado acabar de explicarle las condiciones del trato... Vea si yo... gano y usted cambia su imagen... en compensación -con una sonrisa- yo tendré asesoramiento financiero gratis durante... un año...

B.: -Casi desafiándolo- ¿Y si no lo consigue?

M.: Pues... si no lo consigo entonces usted gana y... puede pedirme lo que quiera...

B.: -Con voz traviesa- ¿Lo que yo quiera? ¿Está seguro?

Mario se asusta al escuchar a Betty. En cierto modo le está dando un "cheque en blanco" dejándola decidir libremente qué le va a pedir en compensación si pierde la apuesta. Apurado le responde:

M.: Claro, siempre que se trate de algo dentro de los límites de lo... razonable...

B.: -Dispuesta a llegar hasta el final- ¿Y cuáles son para usted esos límites? Mario casi se atraganta al escucharla. Siente que está perdiendo el control de
la situación y eso no le gusta nada.

M.: Pues vea, Betty, no me va a pedir que haga algo ilegal, o... poco ético... Betty se está divirtiendo mucho. Nunca pensó que fuese capaz de "jugar" de
ese modo con el doctor Calderón. Pero verlo a él tan "apurado" le ha hecho gracia y ha querido continuar el juego a ver hasta donde es capaz de llegar.

B.: -Mirándolo socarronamente- ¿Sólo eso? ¿Son sólo la legalidad y la ética los límites? ¿Eso quiere decir que puedo pedirle cualquier cosa mientras que sea legal y ético?
Mario traga saliva. Definitivamente es Betty quien domina la situación y él se está poniendo cada vez más nervioso. Decide acabar con el juego.

M.: Vea, Betty. Yo confío en su honestidad y su...integridad... Y sé que no me va a pedir nada que yo no pueda cumplir... sin perder la... dignidad...
¿Cerramos el trato?

Betty duda por unos instantes, pero al final decide que no tiene nada que perder. Igualmente le iba a dar el asesoramiento "gratis" sin esperar compensación...

B.: ¡De acuerdo, Mario! Cerramos el trato. ¡Pero que conste que le he advertido que lo va a perder! Oj oj oj oj. No es posible volver bella a "Betty la fea". Oj oj oj oj.

M.: ¡Usted déjeme a mí, Betty! ¡Verá cómo se sorprende!

A pesar de sus palabras, Mario no está muy convencido del éxito de su misión. " ¡Ay, hermano! Yo creo que está perdiendo su tiempo. ¿De verdad cree que Betty va a mejorar mucho porque cambie su manera de vestir?
¿Pero qué le va a decir a ella? ¿No le da pena? ¡Qué está diciendo! ¡Si de alguien tiene que sentir pena es de usted mismo! ¡Tener que enamorar a ese adefesio! ¡Y ahora toca pasarme la tarde eligiendo "trapos" para vampirín!
¡Con lo rico que lo estaría usted pasando con alguna de sus amiguitas...!
¡Todo sea por Ecomoda! ¡Definitivamente usted es un superhéroe, Mario Calderón!"

Mario parquea su carro en el estacionamiento del centro comercial y la invita a bajarse.

B.: ¿Adonde vamos?

M.: ¿No es que iba a confiar en mí?

B.: Sí, pero no por eso dejo de sentir curiosidad.

M.: Vea, vamos al punto de venta que tiene Ecomoda en Unicentro. Lo primero que vamos a hacer es abrir una cuenta de crédito a la que tienen derecho todos los empleados de la empresa.

B.: Mario pero... yo no puedo permitirme un gasto muy... elevado... Usted sabe que en mi casa dependemos sólo de mi sueldo...

M.: No se preocupe Betty. Como usted sabe, además del crédito, la empresa beneficia a sus trabajadores con un 50% de descuento en todas las prendas de
producción propia y un 20% en las que proceden de otras fábricas. Además las prendas de colecciones anteriores se pueden conseguir a precios aún más ventajosos ¡Ya verá Betty como se va a equipar de ropa moderna por muy
poco dinero y con grandes facilidades de pago...!

Betty está muy inquieta. No acaba de gustarle la propuesta de Mario. Está convencida de que su aspecto no va a mejorar por más que se compre ropa nueva, y encima se va a endeudar hasta las cejas. "Si es que es bien cierto eso de que "la mona aunque se vista de seda, mona se queda". Por más ropa nueva y elegante que me compre, no me va a lucir. La "percha" no
acompaña. Oj oj oj oj. Además si mi papá se entera que me he endeudado por comprarme cuatro "trapos" se va a indignar y con razón. Ya me estoy viendo
como Patricia Fernández sin poder ir a almorzar y con montones de facturas sin pagar..."

B.: ¡Me está asustando, Mario! Vea mejor yo me voy para mi casa y dejamos esto para otro día...

Como Betty ya se daba la vuelta par marchar, Mario la sujeta de un brazo con firmeza y le dice:

M.: ¡Betty, no me sea... gallina!

B.: ¿Gallina? -preguntó con una mezcla de incredulidad y ultraje.

M.: Sí, se está comportando como una gallina asustadiza. -Y con una voz autoritaria que hasta él mismo desconoce le dice- ¿Sabe qué? Vamos a ir hasta la tienda y verá como no se arrepiente... Hoy nacerá la nueva Beatriz Pinzón...
-Y mirándola fijamente a los ojos, la invita- ¿Vamos?

Totalmente impresionada por las palabras de Mario y por el tono que utilizó, Betty se deja guiar por él hasta el punto de venta de Ecomoda.

La novia de Mario CalderónHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin