Rohan reta a Josuke a entrar en una casa supuestamente embrujada y el chico moreno, acepta. Por supuesto, los misterios están a la vuelta de cada habitación. Porque en Morioh hasta la cotidianeidad se convierte en festividad, los muertos caminan entre los vivos, las ausencias aún pesan como presencias y los recuerdos no dejan de doler. -Yaoi, obvio- PRÓXIMAMENTE EDICIÓN EN FÍSICO