Hay un punto en que el amor comienza a hacer derrochado. Un punto en que el calor guardado por dentro se esfuma de a poco, como la espuma al contacto con el aire. Como el acero en contacto con el oxigeno, oxidándose lentamente, colocándose amargo, volviéndose de un hierro anaranjado. Así como su corazón. Jaime/Nico.