-¡Creí que eras mi amigo! ¡Eres igual de obtuso que destructor!- En su momento, no le presto atención a esas palabras dichas por su hija, pero ahora que ella ya no esta y tiene en sus manos a la tortuga añil inconsciente, su mente no puede evitar regresarlo al momento de esa declaración. Si.... El guerrero tenía el mismo espíritu que el. La mirada de odio, rabia, ira cuando se enfrento a sus secuaces le ayudo a tomar una decisión Era hora que su hijo fuera a casa