En mi mundo inquietante me enfrento a la monstruosidad que habita en mí. La sed de sangre y la devastación que provoca me atormentan sin descanso. No es mi intención que ella este cautiva, pero entre ella y yo la decisión es clara.
En mi mundo inquietante me enfrento a la monstruosidad que habita en mí. La sed de sangre y la devastación que provoca me atormentan sin descanso. No es mi intención que ella este cautiva, pero entre ella y yo la decisión es clara.
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y pauta como se le ha indicado. Un pueblo donde no se re...