Izuku Midoriya murió mirando el cielo naranja del atardecer a lo lejos, reviviendo con una pequeña sonrisa cada aventura hecha en aquellos 97 años que había vivido como el único y todo poderoso Símbolo de la Paz en el mundo. Entrego todo su ser al heroísmo a los demás, dejo todo fuera de su propio bienestar si eso mejoraba el de los demás, y por fin hoy su trabajo había acabo... .. .. Y su recompensa por el error de un dios, y sus propios esfuerzos, habia llegado con una vida tranquila, algo movida y muy activa... En este nuevo mundo mágico.