Lo que más me dolió no fue dejarte ir, fue dejar ir la versión de ti que cree en mi mente.
Una versión de ti que me quería, una versión de ti que no existió.
Somos fugaces, nuestros sentimientos también los son.
Lo que más me dolió no fue dejarte ir, fue dejar ir la versión de ti que cree en mi mente.
Una versión de ti que me quería, una versión de ti que no existió.
Somos fugaces, nuestros sentimientos también los son.
-Repítelo otra vez, que no estoy comprendiendo absolutamente nada...
Tomo suficiente aire para darle primero una mirada a su hermana y luego a él, siento como los mareos empiezan a aparecer, como tam...