En el año 1823, para ser exactos una mujer pasados los veinte años ya se le consideraba, una mujer solterona.
Ahí entraba yo, no tuve suerte en el amor.
En el año 1823, para ser exactos una mujer pasados los veinte años ya se le consideraba, una mujer solterona.
Ahí entraba yo, no tuve suerte en el amor.
¿El hilo rojo que une a las almas realmente existe? Ese que dice que nuestras almas tienen una gemela con la que está destinada a encontrarse... ¿Y si nuestra alma gemela no fuese de este tiempo?
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