Ese día en particular, recuerdo a Amane llamado a Nene a las 3 a.m. preguntando si por casualidad había visto a Tsukasa por algún lado. Ella le respondió de manera directa con un "No, lo siento"; pero su conversación no terminó ahí, pues para infortunio del escrito de Nene, Amane decidió que en vez de buscar como burlarse de ella, quería encontrar sinceramente un consuelo.