Y de pronto al despertarse, él se vio; su aturdida mirada chocó con la suya, pero esa sonrisa no le pertenecía. Por unos segundos la respiración se le complicaba y sus ojos abiertos a más no poder lo decían todo: Era él.
Y de pronto al despertarse, él se vio; su aturdida mirada chocó con la suya, pero esa sonrisa no le pertenecía. Por unos segundos la respiración se le complicaba y sus ojos abiertos a más no poder lo decían todo: Era él.