Donde no existen capas, ni héroes, ni villanos, ni poderes, ni demonios. Donde sólo existen ellos: chicos rechazados, chicos a los que nadie quiere. Chicos que desahogan sus realidades con música. ¿Por qué lloran? ¿Por qué se encierran tras murallas de hierro? Porque Damian no puede cantar. Porque su voz ama al mundo. Porque Maya olvida su pasado con golpes a la batería. Porque Colin pierde sus abusos en cuerdas de guitarra. Porque Rachel se desvela escribiendo poemas y letras. Porque la música es su salvación. Y nada ni nadie les arrebataría eso.