Las emociones emergen y desaparecen como los atardeceres al llegar la noche, todo para desembocar en un sentir efímero e irrepetible. Imperdonable es no explorarlas y hacerlas parte de nuestro ser.
Las emociones emergen y desaparecen como los atardeceres al llegar la noche, todo para desembocar en un sentir efímero e irrepetible. Imperdonable es no explorarlas y hacerlas parte de nuestro ser.