Al entrar a la habitación de mis padres, en el buro de mamá se haya un portarretratos. Desde luego tiene una fotografía - para eso son los portarretratos - y en ella, estoy yo. Estoy en una plazoleta junto a un balón de fútbol. Cualquiera diría que soy una monada de niño, que soy totalmente deportista, pero la realidad es muy diferente. Me llamo Iñaki. Un nombre bastante común para un niño, eso claro, si viviera en España. Pero "jolines" que vivimos en México. El caso es que, no es un nombre muy común para un chaval de aquí. Mis padres dicen que pese a ser un niño muy bueno y educado, a veces tomo todo demasiado literal. Yo digo, que actúo como - quisiera pensar - debiera comportarse un niño de mi edad, pero sencillamente no lo comprenden. Normalmente los niños, a cierta edad, se meten en problemas por portarse mal, por hacer travesuras, responder inapropiada mente, no hacer los deberes, o incluso por no comer los vegetales. Yo en cambio, me he metido en problemas por hacer lo que es correcto. Este relato, es una parte de mí, mantiene una parte de mi esencia cuando niño, y también - sin querer, queriendo - un poco de mi hijo. Tiene por objetivo plasmar cositas que creía perdidas, y que estuvieron en mi niñez, y que hoy compartiendo con mi hijo los días, regresan a mí. Jaleadel. ® 2018
1 part