Roberta Invierno tiene dos simples reglas que se esfuerza por cumplir, a) no llamar la atención y, b) ponerse sus antiguos y desgastados jeans por lo menos tres veces a la semana sin importar la ocasión. Lo que ella no sabe es que algunas de esas ocasiones la llevarán a relacionarse con alguien, Luke Hemmings, el nerd de la clase, a quien por su puesto ya conoce pero a quien le gusta ignorar, un chico que cambiará su percepción de ver las cosas y su mundo extendiendo esos viejos jeans en el piso de una pequeña habitación a las afueras de Sydney. Pero Luke tiene un problema, y uno muy grande y serio, aún así, es un verdadero príncipe con ella, tal vez se deba a lo que siente por ella. Pero ellos están hechos el uno para el otro. Fueron creados para compartir su dolor guiados por aquel enigmático y místico "hilo rojo" del amor y la "pasión" por hacer cosas que los unen más, aunque en éste caso sería su "hilo negro" de depresión, soledad y problemas violentos. Aunque no todo son problemas y depresión en ésta historia. Una historia diferente, sin romances tóxicos pero con mucha química.