Félix, Félix, Félix. Todo gira alrededor de él; su rostro perfilado, el cabello rubio casi ceniza, los labios apretados en una mueca de desagrado o el mar gris en sus ojos que empequeñece su persona. Félix, Félix, Félix. Sus problemas se reducían a cuándo le vería. Félix, Félix, Félix. Aurora decía que no le haría bien, Cèdric pedía su atención, Suzanne gritaba que aquello era tóxico. Félix, Félix, Félix. Sólo interesa él.