- El joven barista encontró algo que le hacía sentir más vivo que preparar café ; la ladrona de su corazón tenía un bello nombre: Jeon So Mi, su pequeña princesa.
- El joven barista encontró algo que le hacía sentir más vivo que preparar café ; la ladrona de su corazón tenía un bello nombre: Jeon So Mi, su pequeña princesa.