Una noche y nada más, era todo lo que pedía.
Sé que suena ilógico, estúpido y absurdo, pero me sentía como una verdadera princesa en un cuento de hadas.
Una noche y nada más, era todo lo que pedía.
Sé que suena ilógico, estúpido y absurdo, pero me sentía como una verdadera princesa en un cuento de hadas.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita u...