Un príncipe condenado a una vida perfecta. Pero esa no es una condena, ¿o no? Un príncipe cuyo destino es encontrar al amor de su vida, alguien que lo ame sin contemplaciones y cree haberlo encontrado durante un baile, en aquella joven tan dulce como la miel. Pero una promesa se repite todo el tiempo en su mente. «Cuando conozcas tu perdición, encontrarás también tu salvación». ¿Qué querrían decir aquellas palabras?