Capitulo 9;

110 9 4
                                    

Una semana hacia desde que May se  había ido del hotel.

Durante esta semana, habíamos atracado en una joyería logrando al menos seis millones de dólares. Alex había sido encarcelado por una pelea que había tenido en el aparcamiento del supermercado, parecerá una chorrada pero no le fue. Acuchilló a tres personas porque le habían quitado la parcela. Esta loco. Se quedará entre rejas una buena temporada.

Dan había estado informándome continuamente acerca de la vida de May.

May Standford, desparecida hace cuatro años. Vivía en el norte de Florida en una pequeña casa de campo junto a sus padres y a su hermano pequeño. En aquel entonces su hermano tenía diez años, asíque ahora  no es tan pequeño.

La cabeza me retumbaba, esta semana he estado bebiendo hasta quedarme inconsciente casi todas las noches. El aburrimiento podía conmigo. Ya no me entretenía asesinar a gente así porque si. Las putas que mis compañeros contrataban no conseguían que disfrutase. Necesitaba acción y estaba seguro que lo iba a tener ahora mismo.

Los llantos del crío junto a sus chillidos estaban haciendo cada vez más difícil mi resaca.

Suficiente tenía ya con el dolor que mi cabeza tenía por culpa de un par de cervezas y una botella de vodka.

-¿Te quieres callar la puta boca?-grité golpeando la pared de mi habitación que daba a donde el niño se encontraba. Hizo caso omiso  de mis palabras y continuó berreando. 

Me levanté de la cama de mala hostia y corrí hasta su habitación. Cuando abrí la puerta de su habitación le vi atado a una silla de madera, al igual que la primera vez que vi a su hermana. Sólo que ella ya se hubiese soltado.

-He dicho que te calles-dije acercándome a él y agitando su cuerpo bruscamente-¿Tú no conoces el silencio, capullo?

No contestó, se limitó a tragar saliva continuamente. Las lágrimas corrían por su rostro sin parar y sus sollozos estaban taladrándome en la cabeza.

-Standford-le dije golpeando su silla para que cállese al suelo-tu hermana se hubiese soltado hace bastante, a ver quien es el hombre de la casa-reí cuando sus ojos me miraban intensamente. Eran el mismo color chocolate intenso que su hermana, eran unos ojos tan oscuros que podías verte reflejado en ellos sin ningún problema.-Esta claro que tú no lo eres.

-Mi hermana esta muerta.-dijo llorando-¿La mataste tú?

-No, pero no me faltan ganas.-le dije disparando su rodilla. Era un lugar doloroso en el que golpear, no era mortal pero el dolor casi te hacía pedir a gritos que te matasen. Podías sentir como la sangre bombardeaba tu cuerpo y veías como te ibas quedando sin sangre poco a poco.

-¿Qué ha sido eso?-dijo Louis esperando en la puerta sentado cuando salí de la habitación del crío. No le contesté, seguí caminando-¿Le has matado? Dijiste que lo querías vivo no…

-¿Me ves con cara de haberle matado al puto crío ahora mismo?-le dije cabreado acercándome a su cuerpo y empujándole contra la pared-Si os dejé claramente que quería puto vivo al niño, ¿para qué coño le voy a matar yo?-dije casi golpeando su cuerpo.

No contestó. Me miraba, no asustado, decepcionado.

Le solté y este cayó al suelo de golpe. Caminé hasta mi habitación donde lo único que quería era beberme una buena copa de un whisky frío, estaba hasta los cojones de todo el mundo.

Una vez en mi habitación, agarré una chaqueta de cuero negra que tenía y la coloqué sobre uno de mis hombros. Desconecté el móvil que estaba cargando y me llevé unos quinientos pavos para putas y alcohol.

RobberWhere stories live. Discover now