El principio

11 0 0
                                    


Estoy en el interior de un autobús junto a toda mi familia, gran parte de ellos están vestidos de negro y tienen la mirada cabizbaja; esporádicos llantos ahogados interrumpen el silencio que rodea el interior del lugar. Observo por la ventana la lluvia caer junto a una espesa niebla, lo hago por un largo tiempo, hasta que la noche oscurece el camino.

Al voltear la mirada hacia mi madre me percato de su mirada baja y mortecina, se encuentra como apagada, con la espalda curva, las manos entrelazadas sobre sus rodillas con las piernas pegadas. La tristeza la envuelve, pero no puedo recordar la razón. Sucedió algo muy malo, lo sé, pero por más que intento mi cabeza no puede recordar. Acerco mi brazo a ella para preguntarle por qué se encuentra afligida cuando de repente se escucha un sonido enérgico que exaltó a todos en el autobús, se oyó un terrible estruendo y en medio de golpes y un latente martilleo, volteo mi cabeza y miro por la ventana caer la lluvia en medio de una inmensa oscuridad cuando segundos después veo una roca gigante girando en nuestra dirección. Para mí el tiempo se detuvo y puedo observar en cámara lenta cómo se impacta en la parte delantera del autobús. Lo único que logro escuchar es el crujido del impacto con el metal y los gritos de mi familia, mientras tanto el autobús da vueltas de campana en donde yo me golpeo la cabeza contra el cristal de mi ventana y me desmayo repentinamente.

Al abrir los ojos me encuentro colgando de mi asiento sujetado por el cinturón de seguridad e inmediatamente intento desatarlo, pero mis dedos no responden a mis órdenes. Finalmente, a pesar de que me tiemblan las manos logro desatarlo y caigo encima de alguien, pero no pude reconocerlo. Al ponerme de pie me percato de que me encuentro de pie en la parte trasera del autobús y desde ahí logro ver a toda mi familia inmóvil en el suelo, algunos colgando de sus asientos y otros despedazados por la fuerza del golpe; comienzo a caminar lentamente para llegar al frente del bus. No puedo evitar observar la horrible escena que me rodea, puedo escuchar una respiración lenta, ¡alguien está vivo! Miro a mi alrededor para lograr identificar de quién se trata, cuando repentinamente lo veo ahí, solo la mitad de su cuerpo, mirándome fijamente con sus ojos llenos de terror y respirando con gran dificultad, intentando alcanzar mi pierna con su brazo ensangrentado. Yo sé bien que no puedo hacer nada por él así que sigo caminando ignorando sus súplicas de ayuda.

Al llegar al frente del autobús me doy cuenta de que el conductor no está y la ventana delantera está totalmente destrozada. Por un momento pensé que tal vez sobrevivió y salió en busca de ayuda, así que cuidadosamente salgo por la ventana e inmediatamente sentí la lluvia golpear mi cuerpo con gran fuerza. Camino unos segundos y miro hacia atrás, observando lo que queda del autobús, destrozado por el impacto de la piedra.

Comienzo a andar por el camino de la carretera tratando de seguir los pasos del hombre que manejaba el autobús, cuando de pronto me topo con un puente, el cual estaba destruido por la mitad. Me acerco al borde y me asomo para mirar al vacío, pero con la oscuridad y la lluvia no logro ver el final, solo se escucha una corriente de agua. Ahí fue cuando siento un golpe, alguien me ha empujado hacia el vacío del puente. Comienzo a caer mientras intento mirar el borde donde yo estaba y lo último que vi fue a un hombre con una chaqueta negra de cabello largo, sentí mi espalda quebrándose en contra de una roca y mi cabeza rompiéndose antes de despertar. 

Sueño ProfundoWhere stories live. Discover now