☾ Capitulo 2. ☾

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- ¿De nuevo? - Pregunto Albert, para luego mirarme y seguir mirando al frente.

- Son tres, pero no hay nada que temer, descuida. - Escuche como Noé le decía a Albert. Seguíamos caminando como si nada pasara.

- ¿Ocurrirá de nuevo? ¿Por eso el cambio repentino de sus ojos? - Albert volvió a preguntar. Noé miro a una de las almas que aun se encontraban mirándonos fijamente. Una de ellas nos hablaba, pero no la escuchábamos, se veía perdida, dolida, aterrorizada.

- Vamos. Llegaremos tarde. - Acomode mi bolso, ya que este estaba casi tirado en el piso, y comencé a caminar. Albert y Noé me siguieron. Una de las almas se interpuso en nuestro camino, como si intentara detenernos, pero no hizo mucho, claramente podíamos traspasarlos, a todos y cada uno de esos seres.

- Aún todo sobre, ustedes me parece tan confuso... - Albert no dejaba de hablar sobre el tema, cosa que hacia todos los días. Subimos al segundo y de allí al tercero, donde quedaba el salón de Química.

- Ya es tu decisión si deseas creer en nosotras. Por algo, los demás no lo saben. Deberías confiar en nosotras, nosotras lo hicimos en ti. - Me encogí en hombro. Albert era la única persona que sabía nuestra historia, o bueno, trataba de hacerlo. Supongo que para el no es fácil, pero para Noé y para mi mucho menos.

- Brooke, no es que no confíe en ustedes. Es que aun no lo entiendo, para mi, creer en todo eso es complicado. - Mire a lo lejos del pasillo, allí estaba Maddie, corriendo hacia nosotros, ya con sus libros en la mano.

- Estas acostumbrado a ver humanidad y realidad donde no la hay. - Volví a saludar a Maddie y dejamos el tema a un lado. Entramos al salón de clases, algo tarde, y nos sentamos en nuestros respectivos puestos. Como siempre, Noé y yo nos sentábamos cerca de la ventana, y mas ahora, que era un día tan particular.

Había pasado una hora exactamente, aun quedaba una hora mas para salir. Aburrida, comencé a ver el cielo. Noé estaba sumamente entretenida hablando con Maddie sobre que harían el informe, mientras yo, le dejaba todo el trabajo a Albert, y no porque quisiera, si no porque el no necesitaría mi ayuda.

- Oye, Brooke. - Era Noé, me estaba llamando.

- ¿Si? - Voltee.

- Esta noche Maddie ira a el departamento, para terminar el informe, igual que Albert. - Al terminar la oración, vimos un gran rayo y junto a este, un impactante estruendo.

- ¿Esta noche? Noé. - Le reclame en tono de angustia.

- Brooke, lo siento. Pero ellos se ofrecieron, y no los podía rechazar solo porque fuera "esta noche". - Noé saco su celular y coloco la aplicación que mostraba el clima. - ¿Ves? Ya no lloverá. A lo mejor ya en la noche no habrá nada. No tienes que preocuparte. Al fin y al cabo, ellos no los pueden ver. - Dicho eso, volvió a introducir su celular en el bolsillo.

- Espero y esa cosa del clima tenga razón, porque si no es as... Tus ojos, Noé. - Sonó otro estruendo y había comenzado a llover. Noé tomo de su bolso un pequeño espejo que poseía.

- Son... ¿Son grises? - Noé me miro extrañada. Volví a ver al cielo y este se tornaba cada vez más oscuro. Tome el espejo de Noé y vi mi reflejo. Efectivamente, estos estaban cambiando de color.

- Tenemos que irnos, al menos, hasta que pase un poco. - Empezamos a recoger todos nuestros útiles en los bolsos y nos dirigimos a la puerta.

- ¿A donde creen que van? - La profesora O'Neill nos interrumpió.

- Necesitamos retirarnos, con su permiso. - Intente salir, pero O'Neill nos volvió a interrumpir.

- Ustedes no van a ningún lado. Vuelvan a sus asientos, antes que les llame al director. - Noé le hizo una seña a Albert, quien se encontraba presenciando la escena en la parte de atrás del salón.

- Profesora, quisiera que me ayudara a sacar de mi cabeza una duda y me ayudara con este ejercicio. - Albert distrajo a la profesora, y de nuevo, se bajo la luz.

- Deberías de dejar de hacer eso, Brooke. - Me regañaba Noé mientras salíamos corriendo al patio trasero.

- Era cortar la luz, o quedarnos allí. - Llegamos a la puerta trasera, pero esta estaba cerrada.

- ¿Y ahora? ¿A donde nos vamos? - Noé trataba de abrir la puerta, pero esta no cedía.

- Vamos al departamento, no podemos quedarnos aquí. Mándale un mensaje a Albert, y dile que nos vemos esta noche. - Caminamos hacia la salida y, muy sigilosamente, sin que nadie nos viera, corrimos hacia el aparcamiento del instituto, y nos subimos al auto.

Nos pusimos en marcha y poco a poco nos íbamos acercando mas al departamento.

[Flash Back]

Esa voz, era profunda y emanaba poder. Era fría, ronca y muy potente. Todas las almas al rededor se pusieron rígidas, sentían el miedo, ya no nos rodeaban.

- NOÉ BRATCHER, BROOKE BENNINGTON. -

Nuestros nombres fueron mencionados por segunda vez. ¿Como era posible que alguien en ese lugar supiera nuestros nombres? Era algo imposible, ni siquiera sabíamos donde estábamos. Solo sabíamos que aquella voz, fuera de quien fuera, venia de aquel lugar, de aquella extraña luz brillante.

Sentí como si mi cuerpo fuese atraído por una extraña fuerza, como si alguien más lo controlara... Y fue cuando Noé, comenzó su camino. Esta iba como si estuviera hipnotizada.

- Noé - Llame, pero ella ni se inmuto a mirarme. - Noé - Volví a demandar. Pero fue cuando mi cuerpo comenzó a moverse, ¿Que esta pasando? Esto no era posible ¿Como alguien podía controlar mi cuerpo, más que yo? Esto era horrible, esta extraña sensación de que alguien mas poseía tu cuerpo y ni siquiera tu, podías controlarlo.

- ¡NOÉ! - Sentí una sensación de vértigo, ya estaba perdiendo la razón. Veía a Noé, y esta estaba difuminada. Luchaba contra mi cuerpo para poder parar esto, pero mientras más luchaba, este más se aferraba a mí.

- Brooke... - Ese pequeño murmullo, fue lo ultimo que escuche de Noé.

[Fin Flash Back]

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