Capítulo Único

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Inspirado en la canción ''Queen'' de Loren Gray

Amo a este par de idiotas, y amo lo Sassy que Q puede ser a veces

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Eliot suprime el deseo de frotar su rostro en cansancio sintiendo sus mejillas doler como nunca de tanto sonreírles a sus invitados. Luego de la pequeña crisis con el Príncipe Ess, la declaración de guerra de Margo y una intensa batalla mano a mano con el Rey Idri habían llegado a un acuerdo de paz que beneficiaba tanto a Loria como a Fillory y, para celebrarlo, el recién llegado Quentin sugirió una fiesta en la que no solo debían invitar al regente de Loria, sino a cada regente o representante del resto de países en Fillory, el continente no el país, a modo de oferta de paz además de hacerse conocer como los Hijos de la Tierra que ahora reinaban allí.

Tanto al Alto Rey como a la Reina les sorprendió que su amigo sugiriera la fiesta, sobre todo por el despliegue de ineptitud social en las fiestas que solían organizar en la Cabaña de los Niños Físicos de su querido amigo, pero ¿quiénes eran ellos para negarse a una fiesta? Si tan sólo Eliot hubiera sabido que sería tan aburrida. Ahora estaba empezando a entender lo que sentía Quentin al verse forzado a socializar en las fiestas, su aburrimiento es tal que casi considera la idea de pedirle disculpas al menor por burlarse de él en esas situaciones... casi.

Hablando de Quentin, piensa mirando disimuladamente por todo el salón del trono que, por ahora, servía como salón de eventos mientras restauraban el resto del Castillo; ni Margo ni Quentin estaban a la vista, francamente Eliot había estado tan entretenido recibiendo a los nobles que no había notado si esos dos salieron o siquiera estaban allí con él desde un principio. Por el rabillo nota a Tick hablando con algunos miembros del consejo, se endereza en su trono haciéndole señas con tanto disimulo como le es posible rodeado de tantas personas que no dejaban de mirarlo, algunos con disimulo y otros de forma descarada, hasta que logra captar su atención.

—¿En que puedo servirle, Su Majestad? —pregunta Tick diligentemente haciendo una respetuosa reverencia.

—Tick, de casualidad —duda en como poner sus palabras y hace un ligero gesto nervioso con las manos, —¿has visto a la Reina Margo y al Rey Quentin?

—Sí, Su Majestad —asiente sonriendo—, dijeron que se estaban encargando del entretenimiento, que no tardarían en llegar.

La palabra entretenimiento hace que sus ojos brillen y no puede evitar sonreír. Ah, su querida Bambi, siempre tan atenta; asiente y le hace un ligero gesto para despacharlo y se relaja en su trono girándose cuando el Rey Idri se acerca para hablar con él; si Margo estaba envuelta en el entretenimiento no tenía de que preocuparse.

Mientras, fuera del salón del trono Margo le da una última revisada al cabello de Quentin, que se lo había dejado crecer llegando casi hasta sus hombros, para asegurarse que el tonto nerd no haya deshecho las trenzas que con tanto esmero tejió en su enredado cabello luego de una buena media hora de peinarlo de forma más decente. Quentin, por su parte, se deja hacer con tranquilidad.

—¿Estás seguro de esto? —pregunta Margo por enésima vez y no porque esté nerviosa, sino más bien preocupada por la salud mental de su amigo. Que Quentin haya sugerido la fiesta era una cosa, que haya sugerido que ellos den el entretenimiento... bueno, eso es algo que no se ve dos veces.

—Totalmente —asiente con seguridad dedicándole una sonrisa que pocas veces la joven le había visto lo que la hace regresarle la sonrisa, preguntándose en cuándo Quentin se habrá llenado de tanta autoconfianza y que hacía ella para perdérselo.

—Bien, que empiece el show —se separa de él haciendo los movimientos necesarios con sus manos para conjurar el hechizo que haría que los sirvientes que los miraban nerviosamente siguieran la coreografía que ella preparó con dedicación.

Like a King/QueenWhere stories live. Discover now