Prólogo

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Ya entraba la tarde y los pequeños siempre acostumbraban pasar el rato entre sus juegos y de esa forma lograr distraerse, pues los últimos días habían sido mucho más difíciles que los anteriores. Estaban tan sumerjidos en su propio mundo que no se percatarón de aquellos ojos que se posaban y que por ningún motivo les quitaban la vista en los últimos segundos.

- Eso es mi lobito aullador, ¡¡Corre más rápido que te atrapo!! -Mientras gritaba aquel joven, ambos pequeños corrían entre risas, uno tratando de escapar de las manos de su príncipe como solia decirle y aquel mencionado, tratando de alcanzar a su pequeño lobito, sin embargo parecía que todo siempre le jugaba en contra como era de esperarse-

- ¡ALTO SEÑORITO! -Se hizó notar aquel hombre de mirada ruda, mientras que el resto de los hombres corrían para alcanzar a los pequeños y de esa manera cerrarles el paso y evitar a que se dirijan a la salida de la mansión, aquel acto fue del desagrado del joven quien no dudo en hacer notar su molestia-

- ¿Cual es el problema? -El pequeño logró encarar, ya le causaba bastante enojo que siempre le traten de esa forma, no podía creer que siquiera le tengan un poco de consideración-

- Sabe muy bien que no puede intentar salir de aquí -Aquel hombre rudo no pensaba dejarse llevar de alguna forma por sus sentimientos-

 - No estamos intentando escapar, solo estamos jugando -Mientras fruncia el ceño alcanzó a decir el joven- ¿Acaso no puede verlo?

- No joven, ya lo conocemos bien para darnos cuenta de lo que intenta hacer.

- QUE NO ESTAMOS INTENTANDO NADA! -si que la situación se ponia tensa en el ambiente, pues ninguno parecia dar su brazo a torcer-

- Eso no es lo que parece

- Y QUÉ ES LO QUE PARECE...

- Usted lo sabe bien.

- No puede solo mirar y dejar de hablar -Volvió a intervenir el pequeño algo indiferente, ya parecía más molesto que esta situacion sea cada día-

- Solo hacemos nuestro deber

- ¿Deber? ¡¡¡A ESTO LE LLAMA DEBER...!!! ¿Acaso cree correcto esto?, ¿Cree correcto la forma en que me tratan? -Mientras hablaba levantaba la mirada y evitando las ganas de querer romper en llanto al mismo tiempo siguió hablando, ya no quería seguir con lo mismo- dígame, ¿Se siente bien con esto? -Mientras buscaba la mirada de los otros hombres, se preguntaba si le tenían aunque un poco de piedad- ¿CREEN CORRECTO ESTO?

- Joven por favor regrese a dentro

- Como siempre, les da miedo enfrentar esta situación, no se cansan en ser man...

- Joven vuelva a dentro por favor -Interrumpió aquel hombre de mayor autoridad que los demás- Hagamos más fácil nuestro deber y obedezca 

- ¡QUE!..les da miedo escuchar la verdad

- Joven por favor

- Es increíble su comportamiento y su indiferencia... -Sin más el pequeño volvió a caer rendido, parecía no poder lograr un avance y mientrar se daba animos a si mismo se acercó al más pequeño quien miraba aquella escena sin decir nada, ya no soportaba que su pequeño pase por lo mismo- Vamos mi lobito aullador, ¿No crees que es hora de un baño eh? -Trato de persuadir al más pequeño mientras sonreía, no quería que su pequeño pase un mal rato y si en sus manos estaba evitarlo...lo haría-

- No papi -alcanzó a decir el más pequeño con un tierno puchero- aun es temprano.. -soltó una risita- debemos buscar pastelito

- Primero debemos darnos un baño y luego ir por tu pastelito

- No papi, pastelito quiero -Fingió llorar el más pequeño- luego baño

- Pero que lobito quisquillozo -logró tomar al pequeño entre sus brazos haciéndole cosquillas- siempre aprovechándose

- No papi...ya papi... Mucha risa -Alcanzó a decir el más pequeño con el intento de alejar las manos cosquillosas de su padre- papiii.. pastelito... -apenas lograba decir el pequeñito ante el ataque de cosquillas-

- No lobito, primero baño

- Pastelito papi -Repetía el más pequeño con su tierno puchero, sabía que de esa forma su principe le haría caso-

- Tu ganas bebé -Animó el joven a su pequeño mientras lo bajaba de sus brazos con una pequeña sonrisa en el rostro, para luego tocar la pequeña naricita de su hijo- pero será... si me ganas -mientras acompletaba empezó a correr-

- Papi eso es trampa -Sin dar marcha atras el pequeño arrancó a correr para llegar antes que su padre, quien fingió haber tropezado y darle ventaja a su pequeñito-













Y como solía repetirse la mayor parte del tiempo los guardias miraron aquella escena entre los pequeños enternecidos, y como no hacerlo, si estaban conscientes de que el joven tenía razón.... pero aun así, el amo de la casa es quien manda en la mansión y su deber es solo obedecer. 











🐾🐾🐾











[Espero y esta historia sea de su agrado y que de aquí en adelante decidan recorrer los pasos para seguir el final de esta historia hecha con amor y de esa forma les invito a formar parte de la historia.. sin mas que decir saluditos! 

Que...SI ES CONTIGO podremos llegar lejos...]

Si Es Contigo ||VMIN ~OMEGAVERSE~||Where stories live. Discover now