Introducción

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Quizás, antes de comenzar sería recomendado pensar en cómo era ese momento, en el que se basa la novela, en el año 1.291, siglo XIII, ¿cómo es "el mundo"?

No existen los actuales países, son más bien reinos, ni tampoco como los conocemos actualmente. Los lazos consanguíneos entre esos reinos son normales.

En las pequeñas poblaciones los nobles son los dueños de todo, tierras y casas. Los siervos, los campesinos, pagan muchos impuestos por trabajar unas tierras que no son suyas.

                 La actual Navarra es de Francia, Montpelier pertenece a Mallorca . La islas de Cerdeña, Nápoles, Sicilia, Menorca y Mallorca son reinos, aunque pertenecen a la Corona de Aragón.
Hay trozos de la actual España que aún están en poder de los musulmanes. Los segundos Reinos de Taifas ya han caído hace cien años y queda el Reino Tafari de Granada, que cada vez es más pequeño, acorralado entre el Reino de Castilla por el lado sur-oeste y por el sur-este por la Corona de Aragón, y aún tenían el estrecho de Gibraltar en su poder. El Reino de Valencia es de la Corona de Aragón que además domina esa parte del mediterráneo.

                 Algunos reyes no tienen una ciudad de base, sino que recorren todas las poblaciones, siendo una corte itinerante.

                 La santa sede, no es ubica obligatoriamente en la Ciudad del Vaticano, la santa sede puede ser en Aviñón, en Peñíscola y Pisa más adelante. Los templarios están bajo la única orden del Papado, y no pagan impuestos a reyes ni a nobles.

                 La ciudad de Barcelona, apenas tiene 30.000 habitantes en ese año. El Rey de la Corona de Aragón también es el Conde de Barcelona. Barcelona tenía una tercera y una cuarta muralla a su alrededor, las dos primeras romanas. Cataluña estaba dividida en diez veguerías, y Barcelona es una de ellas. El Consell de Cent ya existe y empieza a tener importancia como un organismo que representa al pueblo. Los campesinos empiezan a venir a las ciudades, con más libertad, y donde pueden tener hasta propiedades.

                 La ropa es de mala calidad, de un solo color, estropeada. Los caminos son de tierra. Algunas ciudades empiezan a tener suelo de piedra, alcantarillado y el agua está ya canalizada. Las calles son estrechas y conviven, aunque separados por barrios: cristianos, judíos y musulmanes.

                 A continuación informo en forma de guía útil, de reyes, escenarios y personajes: algunos ficticios, otros reales.

                 Para entrar a las ciudades, existen unas puertas donde se paga un peaje por entrar con mercancías. En Barcelona hay ocho puertas, una de ellas era La Puerta de los Treinta Clavos.

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La Puerta de los Treinta ClavosWhere stories live. Discover now