Wow- dejé salir con un tono un tanto despreocupado - ¡no puedo creer que ya pasaron las vacaciones de invierno!- dije con un tono de emoción pero con un poco de tristeza.
Estaba en el aeropuerto junto con mis amigas; Anna y Vio. Ahora era el gran momento, me iba a Nueva York por un año, me sentía feliz pero no quería dejar Londres, sabía que no sería lo mismo, ya tendría que levantarme temprano y asistir a clases.
Te extrañaremos- dijeron Anna y Vio al mismo tiempo a la vez que me abrazaban y dejaban salir unas cuantas lágrimas.
¡Será solo un año!- les dije tratando de tranquilizarlas un poco- Quiero que salgan a todas las fiestas posibles por mí ¿Vale?- les dije soltándolas para verlas a la cara.
¡Vale!- dijo Vio emocionada.
Aún así no será lo mismo sin ti Ro- dijo Anna bajando un poco la cabeza- Pero te prometo que haremos lo posible- asi levantando la cabeza y sacando una pequeña sonrisa
-Pasajeros del vuelo 411 con destino a Nueva York favor de pasar a su avión- habló por un parlante la voz de una chica.
Bueno, creo que es hora de que yo me vaya- dije abrazándolas una vez más.
Pórtate bien- me dijo Anna, igual de protectora como siempre.
Lo haré- le respondí con una sonrisa y dándole un beso en la mejilla como despedida. – Ven acá Violeta- llamé a Vio que estaba suficiente distanciada – Bailas mucho por mi ¿Va?- le dije animándola.
Claro- dijo soltando una pequeña risita dulce.
Y así subí a mi avión, me recargue en el asiento, cerré los ojos, cuando sentí que alguien se sentó enseguida de mí, volteé la mirada hacia él, era un muchacho alto con cabello corto y rubio, ojos azules como el cielo y una sonrisa que de seguro podría iluminar todo un cuarto obscuro, sentí un pequeño escalofrío recorrer mi cuerpo, dirigí mi mirada a la ventana para luego cerrar los ojos.
¿Tan rápido se dormirá?- dijo una voz cálida junto con una pequeña risita dulce.
¿Perdón? – volteé y le contesté, quedando embobada en aquellos encantadores ojos color azul cielo.
Oh, perdón por no presentarme, soy Erick ¿con quién tengo el gusto de viajar?- dijo en una forma sencilla pero elegante
Soy Rosie, Rosie Whitaker, mucho gusto- le dije extendiendo mi mano en forma de cortesía.
El gusto es mío- dijo tomando mi mano en una forma dulce y agitándola de abajo a arriba.
Y así fue el viaje, hablé con Erick, descubrí que también vivía en Londres pero era de Nueva York y por eso viajaba a Nueva York para visitar a su familia, tenía 18 años y estaba tomando un año sabático, pasaron las horas y mis parpados se estaban volviendo pesados, entonces los deje caer, así cayendo en un dulce sueño.
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291 días con ella.
Teen FictionMichael y Rosie son unos jóvenes de 16 años, que, después de viajar a un intercambio con el mismo destino terminan enamorados el uno del otro, pero como toda realidad, no era un cuento de hadas perfecto.