La chica de la campera holgada (Relato corto)

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Marcus llevaba sentado allí hacia alrededor de una hora.  Había sido seleccionado para ser el jurado del concurso nacional de canto, al cual habían acudido más de ciento cincuenta personas. Sin embargo parecía haber más de doscientas, ya que los adolescentes, tanto chicos como chicas, no paraban de ingresar a la sala. A pesar de tener solo diecinueve (Casi veinte) años su profesor lo había considerado apto para juzgar el trabajo de otras personas.

La muchacha rubia que había estado cantando “Inevitable” de Shakira terminó su canción a lo que su compañera, Stela, dijo:

-Gracias, el que sigue

La chica sonrió y se retiró del escenario.

Una chica de pelo castaño y ojos oscuros se acercó con timidez y a la vez seguridad al escenario ubicándose, unos centímetros, alado del micrófono. Llevaba una campera suelta color azul opaco, un Jean, también azules y unas zapatillas negras. La chica no parecía resaltar mucho. Esperaba no dormirse mientras cantaba.

-¿Cómo te llamas?-preguntó Ryan, otro de sus compañeros jurados.

-Celeste-dijo ella casi susurrando

El grupo(de alrededor de veinte personas), que se encontraba sentado unas filas más atrás de ellos, aplaudió, chifló y gritó a la muchacha alentándola armando todo un revuelo en teatro. Tres de ellos había participado del concurso también, el chico rubio, la chica morocha del cabello largo y la chica del exótico cabello azul. Todos habían cantado excelente, con unas voces que impresionaron a todo el jurado; pues, no parecían tener más de dieciséis años cada uno.

-¿Y que nos cantarás, Celeste?-preguntó nuevamente por el micrófono, Ryan.

-“Llegaste tú” de Jesse y Joy

¿De verdad? Aquella canción lo había marcado cuando era adolecente y sus padres se habían separado. Ninguno de ellos había vuelto a sonreír hasta que encontraron nuevas personas. En un principio Marcus había desconfiado de las nuevas parejas de sus padres, pero poco a poco Miriam, la novia de su padre lo había sacado de la oscuridad en la que se encerraba. Desde entonces ella había sido su ídolo, su modelo a seguir, un ejemplo de mujer. Un día una de sus compañeras cantó aquella canción para un concurso y quedó prendado de la canción por la forma en la que describía la situación en la que había estado. Pocas personas habían logrado interpretar, a su gusto, la canción de manera correcta.

Esa chica debía estar loca. Sería un completo desastre interpretándola. Miró a sus compañeros que, al igual que él, estaban sorprendidos.

-Bueno, buena suerte, Celeste-dijo Ryan y luego se acomodó en su asiento.

Hundida yo estaba, ahogada en soledad

La canción había comenzado directamente con su canto. Su voz era baja pero todos podían apreciarla. Marcus abrió los ojos sorprendido. <-Que hermosa voz-pensó sin apartar la vista de ella>

Mi corazón lloraba de un vacío total

Su voz era definitivamente hermosa, estaba realmente sorprendido.

Todo lo intenté, por donde quiera te busqué

eras tú mi necesidad

Triste y desolada, ya no pude soportar

más desesperada, que era imposible de estar

La canción parecía estar completamente hecha para ella. Los ojos de la chica se cerraron, pero seguía cantando. <Tal vez ella haya pasado por una situación así-se le ocurrió>

todo lo intenté, por dondequiera te busque

eras tú mi necesidad, alcé mi rostro y...

Celeste abrió los ojos que estaban llenos de melancolía y comenzó el estribillo.

Llegaste tú, y todo cambió

llegaste tú, la esperanza triunfó

llegaste tú, volví a nacer

Marcus rememoró el momento en el cual, Miriam lo había alentado. Sus palabras y su sonrisa.

Por tanto tiempo quise encontrar la solución

a ese gran vacío que llevaba en mi interior

todo lo intenté, por  donde quiera te busqué

eras tú mi necesidad, alcé mi rostro y...

La canción iba a terminar pero él quería seguir disfrutando de la canción

llegaste tú, y todo cambió

llegaste tú, la esperanza triunfó

llegaste tú, volví a nacer x3

Finalizó la canción y ella cerró los ojos al decir la última frase.

-Wow…- susurró

Sus compañeros se encontraban sonrientes mirando hacia la chica.

El grupo volvió a aplaudir, a gritar y a chiflar. Pero a él ya no le importaba. Había encontrado a la persona que interpretaría esa canción para el todos los días, aunque tuviera que recorrer cielo y tierra. La encontraría.

Se acercó al micrófono que se le fue arrebatado por Stela.

-Muy bien, Celeste, gracias-dijo

La chica sonrió y se fue acompañada por los gritos del grupo.

-ha sido mi favorita, ella ganará-dijo Marcus a sus compañeros con convicción

-Lo sé hasta ahora también ha sido mi favorita pero debemos seguir escuchando-dijo Ryan con una sonrisa

-Está bien-dijo refunfuñando

Pasaron más chicos y más chicas, pero el ya no estaba prestando atención en realidad. Seguía pensando en el momento en el que podría hablar con ella

Al final del concurso una chica rubia había ganado con la interpretación de “no llores por mí Argentina”.

-Hubo muchos grandes talentos este año, por lo cual fue difícil elegir pero todos lo hicieron muy bien, felicidad-Había dicho Stela luego de nombrar a la ganadora

Marcus buscaba entre la gente a la chica castaña. Al fin la encontró junto a su grupo de amigos. Sea acercó a ella.

-¿Sabes? has sido mi favorita ¿Me darías tu numero?-le dijo

La chica pareció sorprendida pero no dijo palabra. La muchacha del pelo azul la codeó y le dijo

-Anda, Cel. dale tu número al muchacho

Celeste sonrió y en un papel anotó su número y se lo dio a Marcus.

-Ten pos seguro que te llamaré- le dijo dándole un beso en la mejilla haciendo que Celeste se sonroje.

Luego, el grupo y Celeste salieron del teatro. Un chico le había prometido llamarla ¿En qué clase de sueño estaba? Realmente esperaba que la llamase.

Marcus pensaba en llamarla. Realmente lo haría y al hacerlo no dudaría un segundo en invitarla a salir y así conocerse mejor. Porque el amor a primera vista no siempre funciona.

Pero ambos creían que cantarían juntos la misma canción una y otra vez a pesar de todo.

La chica de la campera holgada (Relato corto)Where stories live. Discover now