Mío y de nadie más

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/One-shot/

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—¡Hayato ya no me quiere!-

Con un pañuelo en manos, Haru empezó a llorar a lágrima suelta. ¿Y qué si tenía 26 años? ¡Una puede llorar a la edad que quiere y punto!

Unas grandes ojeras se habían formado en sus ojos que ya de por sí andaban hinchados, su cabello estaba desordenado y seguía con su camisón rosa de pijama puesto, las pantuflas de conejo habían ido a parar a la cocina luego de que ella, sin darse cuenta, derramó su yogurt del desayuno sobre estos.

Y así era la escena. Una mujer que con anterioridad reía por cualquier cosa, y a la que, sumándole su matrimonio dos años atrás, la hacían parecer la mujer más radiante del país, ahora se encontraba sobre su sofá con bolitas de papel higiénico a su alrededor puesto que todos sus pañuelos ya estaban sucios.

—¡Estúpido Hayato, cambia esposas! ¡E-es un idiota! ¡Haru lo odia!-

Las lágrimas caían por su rostro e inmediatamente se las secaba, es por eso que, cuando su adorada cuñada abrió los brazos, Haru no lo pensó dos veces y corrió a los brazos de la mujer.

—¡Bianchi-san! ¡Hayato me ha cambiado!-

Soltaba hipidos mientras la peli-rosa acariciaba maternalmente su corto cabello.

—Si quieres accidentalmente me olvido el postre que yo misma preparé en la mesa de la cocina y casualmente desaparecemos todo lo comestible que hay en la refrigeradora... Claro, si quieres.-

En otras circunstancias, Haru hubiese reído a carcajadas, pero eso era precisamente "en otras circunstancias". Ahora lo único que tenía en mente era la imagen de su aún marido de la mano con otra mujer. Vale, quizás eso último era producto de su imaginación, ¡pero eso no le quitaba lo posible! Porque si de divorcio hablamos, seguro que es porque un tercero intervino.

¿Qué hizo mal?

¡Y una mierda! ¡Hayato tenía la culpa de todo! ¡Hayato la había enamorado, Hayato le propuso matrimonio, Hayato se había cansado de ella! ¡Sabía que el amor nunca fue compatible con ella, pero pensó que al fin Cupido hizo una tregua con ella luego de que aquel platinado, con las mejillas levemente rojas, le pidiese matrimonio!

¡Estúpido y sensual Hayato que tiene a todas las mujeres colgando de su mano!

—¿Y bien? ¿Me vas a decir en qué te basas para confirmar que Hayato te ha cambiado?-

Haru asintió levemente y soltó un suspiro.

—H-Hay una nueva secretaria –tragó en seco y secó las últimas lágrimas- Es extranjera, trabaja para Tsuna-san.-

—¿No que no necesitaban secretarias?-

—Al final Tsuna-san admitió que quizás sí necesitaba una... Hayato suele frecuentar la oficina de Tsuna-san para reportarle cualquier movimiento extraño y entonces... entonces...-

—¿La secretaria le echó ojo?-

—¡A la muy maldita no le importó que esté casado! ¡Hayato me contaba que estaba harto de sus coqueteos de pacotilla! ¡Haru misma hubiese ido a meterle un puñete, pero Hayato se lo prohibió!-

—¿Entonces? Solo porque ella esté interesada en Hayato no quiere decir que él-

—Tres semanas— cortó abruptamente Haru las palabras de la pelirrosa, Bianchi parpadeó confundida al ver cómo su cuñada bajaba el rostro y escondía sus ojos tras su flequillo—... Desde hace tres semanas que Hayato regresa más tarde de lo usual... Regresaba a las dos de la madrugada para irse a las cinco... Luego empezó a regresar a las tres... y finalmente... desde hace tres días que Hayato no regresa a dormir...-

Mío y de nadie más  [Gokudera x Haru KHR fanfic]Where stories live. Discover now