Una Leyenda hecha realidad

El comienzo.

Licántropos o hombres lobo, según las leyendas son seres humanos que al ver la luna llena se convierten en bestias incontrolables con sed de sangre, con la fuerza de treinta hombres y un hambre insaciable, nacidos de una maldición la cual los atormentara hasta la muerte. Oh bueno eso dicen las leyendas.

Dos mil dieciocho, Ciudad de México, 1:00 am.

- ¿Por qué siempre tengo que hacer el turno nocturno cuando tengo exámenes?

Un joven adolescente caminaba por una calle oscura sin personas ni luces, parecía estar tranquilo como si fuera el ultimo humano en la tierra, por su camino paso por un parque en el cual se detuvo a descansar, el chico bajo su mochila y de ella saco una lata de refresco la cual tomo, pero al hacerlo este se corto con la lata provocando que de su labio sangrara.

-Maldición.

-Parece que te has lastimado.

Una persona apareció de entre los arboles asustando al joven, este rápidamente saco una pistola de su mochila y la apunto aquel sujeto.

¡No te acerques o disparo! El joven grito algo nervioso, mientras aquella persona se acercaba hacia él.

-Tranquilo, no pienso acerté daño, lo único que quiero. Es morderte.

El chico al escuchar las palabras del hombre, rápidamente disparo tres veces, las cuales las tres impactaron en su pecho, el chico al ver que la persona no cayó muerta volvió a disparar hasta quedarse sin balas, el hombre comenzó a reírse como psicópata, el chico sin más opciones salió corriendo de aquel lugar, cuando estaba a punto de salir del parque aquel hombre le corto el paso.

- ¿A dónde crees que vas?

El hombre se puso de pie mostrando que en su cuerpo ya no había ningún rastro de daño, el chico se dio me día vuelta, pero el hombre lo detuvo, el adolescente intento zafarse, pero aquel hombre tenía más fuerza que él, este sin perder mas tiempo mordió al joven, provocándole un dolor que jamás había sentido, luego de un segundo lo soltó, el chico comenzó a gritar y a desgarrar su ropa junto con su piel, el hombre volvió a reírse como un loco mientras lo veía.

- ¡Hermoso! ¡Esplendido! ¡Majestuoso!

Aquel hombre se convirtió en un hombre lobo y lentamente se acercó hacia él, cuando el hombre estuvo lo suficientemente cerca, el chico lo golpeo mandándolo hasta las afueras del parque.

- ¡JAJAJAJAJA! ¡ERES FUERTE!

El chico salió del parque con un salto mostrado un pelaje blanco y unos ojos rojos como la sangre, el hombre al ver al chico no lo podía creer, cuando el chico se disponía a atacarlo una enorme bola de hierro lo golpeo mandándolo hasta una pared.

-Te dije que me esperaras Mercurio, eres un idiota.

-Lo siento Axel, es que ya no soportaba la espera.

Otro hombre lobo apareció detrás de Mercurio este tenía una armadura que le cubría el pecho y parte de los brazos y pies. El chico se quitó de encima la bola de hierro y ataco al segundo hombre lobo, pero este lo esquivo con mucha facilidad y al hacerlo golpeo al chico haciendo que este callera al suelo.

-Ahora es el momento perfecto para marcarte.

Axel coloco su pie sobre el cuello del chico y de su bolsa saco un símbolo de plata, cuando se disponía a marcarlo una bala le dio al sello rompiendo, Mercurio miro por todas partes hasta que de una calle apareció otro sujeto vestido completamente de negro.

-Ustedes, los necromines nunca dejan de sorprenderme.

El hombre lobo que tenia el pie en el cuello del chico se apartó de él.

-Así que un seicra binó para quitarnos a nuestro nuevo miembro, pues eso no pasara.

- ¡ESPERA! ¡Axel! ¡el chico se largó!

El Licántropo se volteao haciendo que el hombre vestido de negro les disparara en la cabeza con balas de plata quitándoles la vida.

-Carlos, ¿puedes verlos?

Otro sujeto se encontraba buscando al chico con un francotirador desde lo alto de un edificio, este tenía las mismas ropas del que había asesinado a los dos licántropos.

-No Gabriel, he de suponer que el chico escapo gracias a tu entrada dramática, pero no creo que pase nada, era la primera vez que se convertía puede que solo le dure unas cuantas horas diría que dos y eso mucho.

-Tienes razón, ok llevare los cadáveres de estos dos al cuartel nos vemos haya.