Te amó tanto que me trajo hasta aquí.

¿Por qué?

El porqué de las cosas no lo conocemos, podemos darnos una idea del motivo por el que suceden, pero la verdad es que en ocasiones no estamos ni cerca de entender algo. Problemas siempre va a haber, siempre hay algo, una pequeña espina que impide que sigamos adelante gozando plenamente de la vida. Los problemas de unos pueden ser peores que los de los demás, aunque la verdad es que cuando te encuentras ante una dificultad, llegas a creer que eres el ser humano más desgraciado del mundo, y desde tu punto de vista se puede sentir así. Nuestros ojos están tan nublados por la desesperación que no somos capaces de mirar que la salida se encuentra frente a nosotros.

¿Alguna vez te has sentido impotente porqué alguien que merece un castigo no lo ha recibido? Pues déjame te digo qué es peor: recibir un castigo por algo que no has hecho.

Imagínate esto: vas caminando tranquilamente por la calle, pensando en lo que vas a hacer de comer al llegar a tu casa, cuándo varios carros de policía te cierran el paso, se bajan todos a la vez y comienzan a gritar en tu dirección. Antes de que te des cuenta te encuentras de cara al suelo y con las manos en la espalda mientras eres esposada.

Después de un maremoto de emociones y situaciones, terminas siendo acusada de un crimen que no cometiste. Eres sentenciada y enviada a prisión. Jamás en mi vida había tenido tanto miedo, ira y desesperación corriendo por mi ser.

La incompetencia de los abogados estaba a punto de hacerme estallar, solo dijeron- Tenemos que esperar un poco para hacer una apelación, no te preocupes solo serán unos meses-

Meses, ¿acaso creen que es poco? no eran horas, no eran semanas, eran meses. Mi familia había hecho lo posible por conseguir ayuda, pero la situación económica que teníamos no era muy favorable. Así que más pronto de lo que se creería posible, estaba entregando mis pertenencias dentro de una caja plástica y recibiendo a cambio un nuevo guardarropa de reclusa. Estaba entrando en la prisión y quien sabe cuándo podría salir.

Vamos a hacer una pequeña pausa para aclarar unas cosas.

Punto número uno: Mi nombre es Diana y tengo 23 años, soy Licenciada en educación, desde que tenía 5 años ya sabía que quería ser maestra y toda mi vida me la pase luchando para poder estudiar y trabajar de lo que amaba hacer. Por motivos de titulación y falta de dinero no había podido comenzar a trabajar como maestra, pero solo era cuestión de que iniciara el nuevo ciclo escolar (en junio, faltaban pocos meses) para que comenzara a trabajar en una escuela.

Punto número dos: Yo no cometí ningún crimen, dada la incompetencia de policías y abogados terminé en prisión en lugar de la verdadera criminal, que según robo una gran cantidad de dinero y cometió fraude de identidad o algo así. La verdad es que mi cerebro estaba algo adormilado mientras me juzgaban y procesaban, todo parecía un mal sueño y esperaba que en cualquier momento fuera a despertar, pero pues no. Todo era una pesadilla, pero no podría despertar. Al parecer tendré que esperar un tiempo tras las rejas, hasta que se pueda demostrar que no fui yo la que cometió los crímenes y la verdadera causante sea arrestada.

Punto número tres: soy creyente, creo en Dios y en su poder, creo que Él es mi padre y tiene todo en control, aunque no tenga ni la más mínima idea de por qué me está pasando esto a mí. No he hecho nada malo, voy a la iglesia varias veces por semana y soy maestra de niños. El mundo se me está viniendo abajo y yo solo se suplicó a Dios que me saque de aquí.

Solo me queda seguir adelante, sé que no pasará mucho tiempo, a lo mucho dos meses. ¿por qué a mí? no lo sé, pero sé que no estoy sola, sé que todo saldrá bien.