Leyendo el Futuro con los Dioses

Pasado, presente y futuro.

Murmullos abarrotaban el Olimpo. Dioses, preocupados y asustados, se preguntaban que podrían tener preparado las Moiras como para intervenir en sus labores diarios. ¿Que podría tener tal importancia? ¿Algún mal presagio? ¿O simplemente algún problema con el campamento?

Algo no encajaba, algo no estaba en su lugar, no tenían que ser Atenea ni ninguno de sus hijos para darse cuenta. Nadie podía controlar el caos que se expandió por toda la sala del trono, ni siquiera Zeuz o Hestia. 

No se calmaron hasta ver un resplandor dorando en el medio de la habitación, de aquel fulgor , emanan tres figuras.  Cloto, Láquesis y Atropos. Nadie dijo nada, Zeuz, rey de los Dioses y por lo tanto su representante. El Dios del Rayo dio una paso adelante, y habló:

- Mis señoras, ¿A que se nos debe el honor de su visita?

- Ahorrate la perorata, Zeuz- dijo Cloto.

- Estamos indignadas, Dioses- le siguió Atropos.

- ¿Cómo pueden tratar así a su propia familia? Además ¿Qué tienen los demás dioses de otras cultura como para que no quieran siquiera hablar? ¿Por qué pareciera que no quieren a sus hijos? ¡Y después se quejan si los traicionan!- dijo Láquesis

- Ehhhh

- Callaos de una vez, estamos sumamente enojadas y decepcionadas con su comportamiento. Por lo tanto, y sin chistar, leerán la vida del mayor héroe del Olimpo. Y no, no es Hércules. También la de dos magos egipcios.

- Tienen que prometer por el río Estigio no matar, ni mutilar ni dañar a los semidioses, magos y dioses egipcios que vendrán a la lectura.

Enfurruñados y pensando en lo injusto que es el destino, juraron por el río Estigio no mutilar o dañar a nadie. Un resplandor volvió a hacer presencia en la sala del trono, pero esta vez del color dorado. Distintas personas de distintas características. Dioses. Magos. Semidioses.

 - ¡Presentesen!- bramo Zeus, tanto Poseidón, como Hades, Hera y Hestia rodaron los ojos. 

- Por favor- añadió Hestia, mirando mal a su hermano.

- Si, si. Lo que sea... Primero los griego luego...-se dio cuenta de la presencia de los romanos, y de que no se trataban de matar con los griegos

- Las parcas nos lo han explicado todo-informo alguien con un ojo dorado y otro plateado.

Luego de las presentaciones de los dioses y los egipcios (me da vagueza poner todos los nombres y demás), le siguieron los griegos y, luego de hacer un alboroto por no haber "cumplido" con el juramento, los tres grandes decidieron que era turno de los romanos. Solo para armar alboroto otra vez.