Síndrome de Estocolmo (escrito con Isla Marín)

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Síndrome de Estocolmo

Isla Marín y Aurora Seldon

 

Esta historia es un universo alternativo de los protagonistas de la saga

Bizarro, escrita en conjunto con Isla Marín y ha sido publicada en Relatos

Navideños 2007 de Colección Homoerótica.

1

El espía hizo un repaso mental de sus próximas actividades y, satisfecho, envió la última comunicación a su contacto en París. Si todo salía bien, Sasha Ivanov abordaría horas más tarde un vuelo directo a Moscú, luego de haber obtenido los planos del sistema de seguridad del Black Bird, avión de caza diseñado por un equipo de científicos norteamericanos y franceses en el más absoluto secreto.

La obtención de los planos del sistema de seguridad era la última fase de una operación que había comenzado meses atrás, en Washington, donde Sasha había logrado fotografiar varios de los planos de la nave. Pero sus superiores habían descubierto luego que faltaban los del sistema de seguridad, que eran los que marcaban la diferencia con las naves soviéticas, de modo que, tras dos meses de cuidadoso seguimiento, pudieron hallar por fin el rastro de los planos faltantes, en París.

Era la víspera de Navidad de 1989 y el régimen soviético iba en caída libre, luego de las revoluciones de Polonia y Hungría, la caída del Muro de Berlín, y la reciente Cumbre de Malta (1).

Para Sasha, eso significaba una luz de esperanza en la que sentía temor de pensar por miedo a que se le apagase, por ello se había condicionado para concentrarse únicamente en su misión.

Los planos habían sido entregados esa misma tarde a Scott Waverly, embajador de los Estados Unidos en Francia desde hacía casi diez años. Waverly los custodiaría esa noche y al día siguiente serían trasladados por un diplomático norteamericano a Washington. La lealtad del embajador estaba fuera de discusión; así como la de sus subordinados, pero la K.G.B. había logrado infiltrar a un agente en el Centro de Control de la embajada, gracias a la vieja táctica de secuestrar al titular y sustituirlo por un espía ruso. El agente Pender era nuevo y esa noche tendría que presentarse en la embajada; sin embargo, en su lugar lo haría el camarada Vassili Yurievitch, experto en sistemas de seguridad.

Esa noche, el embajador Waverly ofrecía una fiesta para celebrar la Nochebuena. Sasha entraría a la embajada como Aleksie Voroshin, anciano caballero aficionado a la bebida, y aprovecharía los minutos previos a la medianoche para ingresar a la zona de seguridad de la embajada y al despacho privado del embajador. Para ello contaba con Vassili, quien usaría una droga para hacer que el agente Williams, su compañero en el Centro de Control, se sintiera indispuesto por unos minutos, facilitándole así la entrada.

Disponía aproximadamente de treinta minutos para entrar, abrir la caja fuerte y fotografiar los planos. Luego volvería a la fiesta y los entregaría a una de las invitadas que operaba como agente encubierto. Ella abandonaría la reunión con su amante norteamericano y en el camino entregaría los planos a otro contacto que los llevaría a Moscú.

El sistema de seguridad incluía alarmas en todo el perímetro, circuito cerrado de televisión en las salidas y cerraduras electrónicas para puertas y ventanas, todo ello controlado desde el Centro de Control. En caso de problemas, Vassili dejaría abierta una de las ventanas de la planta baja, con acceso al jardín, desde el cual podía llegarse al estacionamiento para un rápido escape; sin embargo esto podría hacerse sólo antes del cambio de turno, a las 12:15 a.m., pues el agente que sustituiría a Vassili revisaría el sistema de seguridad como primera acción.

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