Se acabo

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La historia comienza en el típico escenario del cálido y seco desierto. De repente, un borrón azul pasa velozmente por la carretera, acompañado del sonido distintivo de "Beep Beep". Este no era otro que el "Accelerati Incredibilus", más conocido como el Correcaminos, corriendo a toda velocidad por la carretera. Mientras tanto, desde lo alto de un peñasco, se encontraba el "Carnivorous Vulgaris", también conocido como Coyote, Wile E Coyote. Desde su posición elevada, observaba a su presa con una confianza absoluta. Esta vez, estaba seguro de que podría atraparlo.

Desafortunadamente, la suerte volvió a estar en su contra. Wile E Coyote intentó usar su caja sorpresa con guante de boxeo para noquear al Correcaminos, pero no se activó cuando este pasó corriendo frente a ella. Frunciendo el ceño, revisó qué salió mal, pero solo logró expresar su frustración pateándola. Para su desgracia, la caja sorpresa terminó golpeándolo contra una pared, dejándolo aplastado como un acordeón. Mientras tanto, a lo lejos, solo podía escuchar el burlón "Beep Beep" del Correcaminos. Era evidente que su primer intento del día había fallado, ¡pero aún tenía más ideas en mente! No se daría por vencido tan fácilmente.

En su siguiente intento, se desató una persecución a pie donde parecía que Wile E Coyote estaba a punto de atrapar al ave. Sin embargo, el Correcaminos logró dejarlo atrás, haciéndolo comer polvo mientras se desvanecía. Cuando el polvo se dispersó, Coyote notó dos cosas: primero, que el Correcaminos estaba ileso al otro lado del barranco; segundo, que él no estaba tocando el suelo. Miró hacia abajo y se dio cuenta de que había quedado suspendido en el aire. En ese momento, apenas logró sacar uno de sus carteles, que decía "Debió ver venir esto", antes de caer al vacío, demostrando una vez más que la gravedad no estaba de su lado.

Sin duda, su segundo intento no fue el más razonable, pero siendo justos, el hambre puede nublar el juicio, incluso para alguien tan ingenioso como Wile E Coyote. Su siguiente estrategia fue más directa: simplemente aplastar al Correcaminos con una roca. Colocó un señuelo con alpiste para aves en el suelo y, una vez que el Correcaminos estaba distraído comiendo sobre el señuelo, tiró de la cuerda para activar el mecanismo que dejaría caer la roca sobre él. Sin embargo, el resultado fue desastroso: terminó aplastándose a sí mismo. Solo alcanzó a escuchar el clásico "Beep Beep" antes de que el ave se marchara. Empezaba a sentir más que la habitual irá tras un fracaso; el dolor comenzaba a adentrarse en él, y ya no solo físicamente.

Con la noche ya instalada, su tercer intento resultó ser otro fracaso, como siempre. Estaba cansado de seguir fallando. ¿Qué sentido tenía continuar? Se resignó a la idea de que nunca atraparía a esa ave. Solo se estaba lastimando a sí mismo y a su orgullo cada vez que fallaba. Finalmente, llegó a un punto de quiebre. Comenzó a ordenar sus cosas para mudarse, una por una, hasta que el sol volvió a salir. Una vez que su maleta estuvo lista, se dirigió a la parada de autobús y, sin mirar atrás, se fue. Era hora de dejar todo eso atrás.

El Correcaminos continuó su ruta a toda velocidad, como siempre. Sin embargo, algo no se sentía bien. Por más que se detuvo para mirar a su alrededor, no encontró esos ojos amarillos con pupilas negras que pertenecían a Wile E Coyote. No vio ninguna nueva trampa, ni señales de que el coyote hubiera resultado herido nuevamente por una de sus ingeniosas artimañas. Por primera vez, se sintió en paz, pero eso no le gustaba. Literalmente, él y Wile habían estado en esta rutina de cazador y presa durante años, y ahora que él no estaba, no sabía cómo seguir adelante sin él. Porque al final del día, el coyote no era el único obsesionado con esta persecución, y ahora estaba solo... esperando que su fiel cazador regresará de nuevo. ¿Y quién sabe? Tal vez esta vez, finalmente lo atraparía. Solo me queda decir... eso es todo, amigos.

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⏰ Last updated: Apr 18 ⏰

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El dia que el coyote se canso de seguir al correcaminosWhere stories live. Discover now