Soy Arianna...

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Si algo puede ponerme realmente nerviosa es la gente nueva, no conocida... Aunque en esta ocasión la nueva y desconocida soy yo. Me mudé a Caracas hace unas semanas, todavía no asimiló la idea de vivir en una ciudad más grande y ruidosa. Aquí todo es distinto, parece cool, pero la verdad me aterra. Tantas direcciones, edificios, autos y personas tan diferentes entre sí. Quisiera regresar a nuestra antigua casa, pero mis padres dicen que aquí estaremos mejor... Bueno.

Hoy es mi primer día de clases, mis padres llevaron mis notas del primer lapso escolar a mi nuevo liceo y me aceptaron sin ningún tipo de inconvenientes. Ahora soy parte del alumnado del 1° año "B" de Ciencias. En total, incluida, somos treinta y dos estudiantes. En una media hora tendré que entrar al salón de inglés y presentarme en ese idioma delante de treinta y dos desconocidos (con mi profesora) ¡No quiero hacerlo!

Entré mirando con cuidado el lugar sin enfocarme en nadie. La gente pasaba a mi lado sin percatarse de mi presencia. Eran muchos estudiantes, difícilmente se notaría la presencia de un recién llegada y eso fue un alivio.

No fue difícil encontrar el salón de inglés y cuando lo hice, entré. En el aula habían unos seis estudiantes, unos platicando entre ellos y otros en sus teléfonos moviles. Me miraron un segundo y luego continuaron en lo suyo. Me senté en el centro del aula, no quería estar al final, llamaría la atención y de estar al frente también, así que lo mejor era el centro. Yo también saqué mi teléfono móvil y comencé a mirar las fotografías de mi galería pues saldo para navegar no tenía. Perfecto. En eso ví que una chica se acercaba a mí, no levanté la cabeza para fingir que no prestaba atención a nadie y que estaba bastante cómoda allí. Por lo que cuando llegó hasta a mí y me saludó, procuré ser natural. No sé si funcionó.

—Hola, mucho gusto —dije tratando de ser amable. La chica de peinado loco me sonrió. Correspondí a eso con otra sonrisa.

—Mi nombre es Raquel —dijo con calma mirando mi teléfono.

—Soy Arianna —respondí dejando el teléfono fuera de su vista.

—¿Sabes? —comenzó a decir —Aquí todos tenemos nuestros asientos fijos y ese es el mío... Disculpa...

—¡Oh, perdón! —dije levantándome del asiento de inmediato —No me dijeron cuál era mi lugar cuando me inscribí —aclaré.

—Es que es algo nuestro —me explicó —. Aquella silla —dijo señalando la última mesa de la fila que estaba delante del escritorio del docente —, está desocupada.

—Gracias —susurré sin dejar de mirar lo que su morenito dedo señalaba.

—Está bien, bienvenida —dijo. Asentí con la cabeza.

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⏰ Last updated: Nov 21, 2023 ⏰

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