Por Siempre

Capítulo 1: Kyo

          El viento golpeaba mi rostro con suavidad, la temperatura era muy agradable y el cielo se alzaba azul sin rastro de nubes. Estaba sentado debajo del gigantesco árbol en frente de mi casa, siempre me había agradado estar en ese lugar. Por el hecho de vivir en una zona rural, la grandeza del paisaje era sencillamente algo difícil de ignorar.

            Siempre me pareció lejana la idea de que alguien cercano a mí pudiera irse para siempre, todo había sido muy reciente así que por el momento la partida de mi hermano sólo me parecía un largo viaje. Muy dentro de mí sabía que no volvería a verlo nunca. La vida se había encargado de quitarme una de las personas más importantes en mi vida, mi hermano gemelo.

—¡Kenji!—gritó mi hermana sacándome de mis pensamientos—es Honoka al teléfono, quiere hablar contigo—me dijo entregándome el móvil. Contesté con toda naturalidad, era mi prima y sabia que me llamaba para darme algún tipo de condolencias.

—¿Hola?—respondí el teléfono.

—Hola Kenji, soy Honoka, al fin puedo hablar contigo, me es muy difícil llamar hacia allá—dijo, quejándose—lo siento, sé que eras muy cercano a Kyo y quise llamar para saber cómo estabas.

—Ah, muchas gracias—respondí.

—Vamos primo, piensa que está en un lugar mejor, era un buen chico, igual que tu, cuídate mucho ¿quieres? —me dijo a modo de despedida, al parecer estaba algo ocupada—ahora debo irme, tengo entrenamiento en un momento, espero verte mañana, te llamaré antes del viaje.

—Está bien, nos veremos—me despedí colgando el teléfono.

           

            Al día siguiente debía viajar a la capital para entrar al instituto, era mi primer año y en realidad no me importaba mucho, mis pensamientos estaban a cada momento con mi hermano, su recuerdo no me abandonaba.

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—Vamos Kenji, apresúrate—gritaba Kyo corriendo delante de mí.

—Espera un segundo, no soy tan rápido como tú—le respondí muy agitado.

—Queda muy poco, estoy ansioso por mostrarte lo que hallé.         

            Kyo siempre fue más hiperactivo que yo, su personalidad era muy extrovertida y tenía una sonrisa pegada a la cara, quizas por eso cada día encontraba la manera de reprocharme mi seriedad. Era el que más atraía la atención de todas las personas, yo solo era el chico callado y autista, era difícil creer que fuéramos hermanos gemelos. A pesar de eso, lo amaba, era la única persona que me acompañaba a todos lados y siempre me defendía, le gustaba mucho el peligro y se las arreglaba para salir ileso de las caídas y demás.

—¿Y qué es lo que hallaste?—le pregunté intentando recuperar el aliento.

—¿Qué no lo ves?, observa el río—me dijo señalando un gran precipicio por el cual corría un canal.