•P.r.o.p.i.e.d.a.d•

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Nunca sería el hombre que fuera a enamorar se, siempre pensé que la gente al enamorar se era tonta, gente que solo los humanos podían sentir.

Incluso esos humanos afirmando su verdadero amor, la mayoría acababa en engaños de ambos géneros, patético.

Estaba sin saber cómo era posible, sentía mi corazón latir a mil, lo veía insultar, amenazar de muerte a otros países y notablemente irritado.

Tu serás la persona que me haga feliz.

En el primer momento, aquellos ojos rojos cual sangre coabulada, esa piel rojiza tan hermosa, un rojo talvez pastel, coral ou scarlet.

¿Desde cuando me pregunto la tonalidad del color?

Tengo dudas, dudas que talvez no serán respondidas. Ese símbolo blanco que hiba de bajo delas cejas asta la pequeña nariz respingada.

¿Tu cuerpo tendrá más blanco?

Por algún lado, ese uniforme no se ve ajustado, no marcada cada detalle.

¿Tendrias una bonita pancita?

¿Tu cuerpo sería Delgado?

¿Podrias tener un marcado cuerpo?

Tu bonito cabello blanco, igual a la nieve, me comienza a gustar la nieve.

No pude nunca hablar contigo, tu gobernante siempre hablaba por si en las reuniones, por un momento me pregunte si eras mudó.

Pero una vez te escuché, parecias emocionado, mirando el hermosa jardín, parecias agachados hablando con alguien, quería acercarme para saludarte, pero sólo te vi huir.

¿Me tienes miedo?

...

—¿¡DONDE ESTA TU PADRE!? - estaba desesperado y furioso, la razón para atacar la Alemania Nazi era para secuestrar a un alemán que activo su corazón.

Provecho la "traición" del Gobernante, comenzó a mover hilos, para entrar se en ese territorio, para su desgracia Estados Unidos, también cayó cultivado por el hermoso Ángel sin voz.

Ya llevaban una semana buscando a ese alemán, uso la excusa de buscar a Hitler, para tener su cabeza como victoria, pero no encontró rastros.

—N-no lo se.... -aquellos ojos rojos del pequeño niño se llevaban de lágrimas, encontraron a dos niños, Ale y Alan, (Alemania Occidental y Alemania Oriental).

—Urss, calmate son solos niños, ellos no tienen la culpa de lo que hizo su padre, además parecen que en verdad no saben, bueno, yo me llevo a uno -comentó con simplesa tomando de la camisa al primero que agarro, aquel pequeño se revolvió tratando de alejar al hombre de lentes.

—¡ALAN! - sus pequeñas manos querian tomar las de su hermanito, pero no pudo aser mucho cuando noto al hombre de rojo tomar del pelo a este para escuchar un golpe.

Soltó un grito desgarrador, por su hermano que estaba en el suelo con manchas de sangre, el de hablar inglés ignoro aquello de todas formas, ese niño no era su problema.

Fue obligado a entrar a un auto, donde fue llevado a algún lugar, lejos de Berlín.

El pequeño tirando al suelo tenía pedazos de vidrio de su cabeza. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, aun consiente su cuerpo no reaccionaba, aquel soviético soltó un suspiro.

• P.R.O.P.I.E.D.A.D •Where stories live. Discover now