Capitulo 1

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Fyleaf - Set me On Fire resuena en mis oídos, mientras que le subo el volumen un poco más a mi stereo, me preparo y veo la vista desde mi azotea, maravillosa sonrió para mis adentros, caliento mi cuerpo, mientras hago un movimiento circular con mis hombros para entrar en calor, me preparo, respiro, cierro los ojos, los abro de golpe y sonrió

Que empiece el juego

Me monto en las columnas de ladrillo que cubría toda la azotea, aquellas columnas me llegaban hasta las rodillas, no me costó mucho montarme sobre ellas, en un ágil movimiento me monto, mis pies descalzos sienten los ladrillos, me pongo de lado mientras respiro de nuevo, cierro mis ojos y pienso en la barra de equilibrio de gimnasia, donde solía trabajar durante horas, recordaba cuando apenas hace unos años, la gente me aplaudía en los concursos de gimnasia, con eso en la mente doy un salto mortal hacia atrás, una caída perfecta, sonrió, lo sigo haciendo por todas las columnas, hago espirales y me atrevo a solo sostenerme con una mano, mis vecinos me ven con preocupación, y una que otra señora sorprendida se tapa su boca negando con su cabeza, y me atrevería a decir que también estaban ofendidas por lo que hacía, subo un poco mas el volumen, evito pensar, me hago una coleta alta, me seco las manos mientras vuelvo a subir a las columnas, las señoras se habían multiplicado ahora habían más, me miraban sorprendidas y con preocupación desde el otro edificio, murmuraban entre si

-Vamos a darles un espectáculo de verdad-Hablo para mí misma mientras sonreía, me volví hacia atrás poniendo mis piernas con sumo cuidado al mismo lado que mis brazos, me sostuve con las dos manos dejando mis piernas al aire, creí oír a una de las señoras gritar, sonreí mas, volví a mi posición inicial pero esta vez me fui hacia delante, dando vueltas y cayendo perfecto, dos horas después me di cuenta que ya era suficiente, mucho espectáculo por hoy, estaba tan sudada que parecía que me había duchado, me puse mis zapatos para después tomar mi estéreo, abrí la puerta de la azotea la cerré con llave detrás de mí, baje los escalones, y los murmullos de siempre no se hicieron esperar

-Esa niña no tiene ningún respeto por su vida-Dice la señora Greta que vivía en el seis

-Me parece de muy mal gusto que una persona desperdicie su juventud en eso, yo a su edad no hacia eso, estos jóvenes de ahora-Le contesta una voz de una señora que no reconocí, saque un chocolate mientras me arrecostaba en la puerta de la casa de las señoras, para oír lo que decían de mi, en cierto modo me daba gracia

-Ella vive sola, no espero mas de ella, seguro que su familia la debe de haber botado por el pensamiento suicida que tiene-Ahora es la señora Greta que contraataca, mientras que yo hacía mil esfuerzos por no reír

-Capaz quiere llamar la atención, es lo que me parece de esa jovencita-Oigo como la señora hace un sonido con la garganta de modo de entendimiento, me asomo por la rendija de la puerta, que estaba rota, y las veo, una de ellas, todavía esta asintiendo tomando té, se vuelve aclarar la garganta para contestar

-Aunque mi nieta me ha dicho que es muy buena en la universidad, debería concentrarse más en graduarse que en intentar suicidarse- Termine mi chocolate, me levante, algo se revolvió en mí, no seguiría escuchando ese conjunto de indiscreciones de parte de ellas.

Llegue a mi departamento, lance mi bolso corrí muy rápido hacia mi cama, me tire de golpe, dije que solo cerraría mis ojos solo por un momento pero me quede dormida.

©Criatura Salvaje [R]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora