introducción

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Se encontraba un chico castaño de ojos cafés en un jet privado, estaba rumbo a Japón y todo porque una familia decidió adoptarlo debido a algunas cuestiones de su pasado, el chico era frío, callado e inexpresivo, todo debido a unas guerras que ocurrieron en Afganistán, por lo cual lo utilizaron como una máquina de guerra gracias a su quirk, Aumento, su quirk podía aumentar cualquier capacidad física y mental en él mismo, lo que es la fuerza, velocidad, reflejos, inteligencia, entre otras cosas.
El pobre tuvo que participar en varios combates en donde lo obligaban a matar si o si a enemigos y villanos, aunque el chico era más de todos contra todos ya que como Afganos y rusos lo utilizaban como un arma, quitándole la inocencia que debía de tener de niño. Tenía bastos conocimientos conocimientos en todo tipo de armas, al igual que tenía mucha experiencia en combates cuerpo a cuerpo, artes marciales, estrategias militares, entre otras cosas más, la familia que lo adoptó no era más que una familia de héroes reconocida en Japón, Hank, quien así se llamaba el chico, estaba viendo la ventana inexpresivo mientras que esperaba a qué aterrizara. Después de unos segundos un hombre con características que parecían ser de un demonio se sentó enfrente de él

???: Emocionado por tu nueva vida? Estarás lejos de la guerra en Afganistán -dijo el hombre de pelo blanco, sin recibir alguna respuesta alguna. Suspiró y simplemente se le quedó viendo algo preocupado y sintiendo pena por él- escucha, sé que estás al tanto de todo, pero no hay guerras ni combates en Japón, si, hay villanos pero no es tan malo como las guerras que viviste. Así que... Intenta integrarte si? Se que va a ser duro debido a tus traumas, pero lo lograrás.

Hank volteó a ver al hombre y simplemente dió un pequeño suspiro para volver su vista a la ventanilla del jet

Hank: está bien... -había dicho en un tono bajo, frío e inexpresivo.

Pasaron los minutos y habían aterrizado en Tokio, Hank se había levantado de su asiento y fue a por su maleta, el cual llevaba solo ropa y ya, no tenía ninguna otra pertenencia que podía llevarse. Al bajar del jet muchas personas estaban esperándolos, siendo que el hombre era demasiado famoso, Hank empezó a hiperventilar al ver el destello de las cámaras con las cuales los fans y la prensa tomaban fotos, le recordaban demasiado los destellos de las armas que se utilizaban para disparar contra él y los que estaban en su pequeñito pelotón. De la nada sintió una mano en un hombro, volteando a ver a Ruga, éste mismo lo estaba calmando y cuando logró hacerlo bajaron y fueron hacia una limusina que los estaba esperando. Ambos subieron y estaban llendo a dirección a la mansión Ryugi.

Ruga: Hank, estás bien? Parecía como si estuvieras asustado cuando abrimos la puerta del avión -dijo algo preocupado mientraS Hank se mantenía viendo la ventana de la limusina- supongo que tendremos que mantenerte alejado de las cámaras y de los fans hasta que puedas superar tus traumas. Duérmete otro rato, será un largo viaje a la mansión.

Pasaron 45 minutos y habían llegado a una mansión que estaba al pié de una montaña, Hank había dormido solo 20 minutos en todo el viaje. Bajaron de la limusina en cuanto ésta se estacionó frente a la entrada de la mansión, era un lugar algo grande, con grandes jardines, en la entrada los estaban esperando mayordomos y sirvientas, quienes les dieron la bienvenida a ambos haciendo una reverencia. Entraron y fueron recibidos por una mujer de cabellos oscuros, ojos morados y una tez blanca, era una mujer de 36 años demasiado hermosa y además de verse muy joven a pesar de su edad.

Mujer: bienvenida amor mío, parece que ya regresaste con nuestro nuevo hijo -dijo aquella mujer mientras que se acercaba a ambos- mucho gusto, mi nombre es Yushiro Nara, se bienvenido a nuestra familia, querido Hank-dijo con una dulce sonrisa mientras que veía a Hank, quien seguía inexpresivo- por cierto, conoce a tu hermanita, Somi, presentate ante tu hermano.

Somi: h-hola! Soy Somi Ryugi! Y quiero ser una hermana de tu agrado -dijo con una expresión algo tímida pero alegre a la vez- por cierto, tengo 12 años, y tú? - había dicho la chica albina de ojos rojos, ella había salido más a su padre que a su madre-

Hank: soy Hank... y tengo 13... -fue lo único que se pudo escuchar de él en un tono un poco susurrante.

Somi se le quedó viendo algo curiosa y se acercó a Hank para tocar su mano, al tocarla simplemente la soltó al instante al escuchar varios gritos de dolor, sufrimiento, agonía, ruidos de piedad y cosas así, el quirk de ella era poder saber y sacar cualquier cosa de otro individuo, siendo que solo podía sacar los recuerdos, sentimientos y quirks pero con la desventaja de que estos son temporales, ese quirk fue heredado de su madre. Somi empezó a soltar lágrimas y a sollozar por todo lo que vió a través del chico.

Yushiro: oh, que pasó Somi? -dijo algo preocupada pero sabiendo lo que había pasado, así que solo la agarró de la mano mientras que Somi la abrazaba, ahora parecía apreciar más a sus padres y a los que la rodeaban en su vida.

Ruga: haaa no... Bueno, ven Hank, vamos a mostrarte tu habitación, espero y te guste

Al decir eso los tres fueron hacia donde sería la habitación de Hank, al entrar la habitación se veía un poco extravagante y simple a la vez, tenía una gran ventana, una pantalla plana algo grande, un armario grande, una cama individual, varios cajones y un baño aparte.

Ruga: bienvenido a tu nueva vida -dijo mientras que veía a Hank, quien al llegar a la cama se acostó en esta y se quedó viendo al techo, cerrando sus ojos y extendiendo sus brazo. Al fin se estaba relajando por primera vez y parecía disfrutarlo demasiado- quieres que te dejemos solo?

Masaru: si... -habia dicho en bajo mientras que seguía relajándose, estando sintiendo ya por fin la paz que una vez soñó.

Ésta sería la vida que se merecía, la vida que soñó y que siempre pensaba que nunca iba a tener.

Fin de la introducción

Nuevo Comienzo: BnhaWhere stories live. Discover now