Thunder Dancers| ᴸ•ˢ ⁽ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ⁾

𝐓𝐡𝐞 𝐬𝐭𝐨𝐫𝐦🌩

Era un día tranquilo. La verdad era que podría haber habido mas movimiento en las calles, mas coches, mas bullicio.

Pero los Londinenses se encontraban bastante sumidos en el calor de sus hogares como para salir y arriesgarse a un resfriado.

El aire fuera del confort de una casa era gélido. Muy típico de la ciudad, y quienes vivían en ella estaban acostumbrados a ello.

Mas en invierno.

El cielo estaba tan encapotado que protagonizaría trabalenguas. Y la tonalidad gris de esas nubes no parecía amable.

Ni poseedora de piedad ante la posibilidad de escampar.

Pero así era Londres, todo londinense lo tenia admitido e interiorizado. El tiempo era una mierda. Pero si bien desde pequeños se les enseñaba a Alfas, omegas y betas a esperar con paciencia a que el arcoíris salga ellos habían aprendido que en dos días eso no pasaba.

En verano las temperaturas se templaban, dejando de lado los chubascos y días grises eternos.

Por otro lado, la primavera y época de cortejo dejaba que el cielo dejara caer unos pocos relucientes rayos de sol.

Haciendo posibles los paseos por las calles y los picnics en las zonas verdes de la ciudad. Todo mientras las plantas entraban en fase de floración y los arboles recuperaban sus hojas y color.

゜・。。・゜゜・。。・゜☆

"Mierda" Louis hizo una pelota de papel con otro intento de historia fracasado y lo arrojo sin éxito a la papelera. La cual estaba a desbordar.

El ojiazul, sentado en el alfeizar de la ventana de su habitación Louis podría decirse que estaba sufriendo una crisis nerviosa.

Necesitaba una buena idea para el lunes. Por lo menos una historia juvenil o algún concepto principal de esta para tener algo que enviar a la editorial.

Nada mas salir de la universidad varias editoriales se habían interesado por promocionar sus proyectos.

El se fue por la que mejor pagaba por obra, ya que desde hace mas de un año no era una, sino dos personas en casa.

La editorial 'velvet' esperaba ansiosa por tener primicia de su siguiente gran trabajo.

Y el se moría por tener algo decente que mandarles.

Pero el día no se veía productivo. Y estaban a domingo.

El ojiazul se acercó mas a la ventana, buscando esa ansiada inspiración. Pero por mas que miraba y miraba no había nada.

Solo lluvia, lluvia, y mas lluvia. Que caía de arriba abajo, sin parar, sin alteraciones, solo agua cayendo del cielo.

Parecía que no había mas que ver. El día no ofrecía mas. Y eso le estaba molestando.

Pero claro, el, por mucha desgracia, no tenia la capacidad de controlar el clima. Por que si fuera por el, Londres seria la ciudad mas soleada existente.

Una luz que vino así como si nada le hizo dar un bote en su sitio. Había entrado en tal trance con la lluvia que la posibilidad de que esta desencadene en una tormenta no había pasado por su mente.

Pero aquella luz había sido un rayo. Y ahora mismo se hallaba escuchando su correspondiente trueno.

La verdad era que las tormentas eran mas inspiradoras que simples gotas de lluvia adornando su ventana desordenadamente.

Louis suspiró reclinándose en el costado de la ventana.

Sintió una especie de opresión en su pecho, como si estuviese sufriendo, siendo sometido a algo que le generase miedo.