Narra Amelie:
-El amor ¿Qué es el amor? De niña siempre me he preguntado eso, el día de hoy logre comprender que es.
-Abren la puerta suavemente-
-Te he traído un café Amelie -Dice Ethan-
-Te lo agradezco demasiado Ethan, pero no se me antoja ahora mismo -Responde Amelie mirando a Ethan-
- ¿Quieres bailar? -Le dijo Ethan mirando a Amelie a los ojos-
- Si, con gusto -Respondió Amelie con su aguda voz-
-Comienza a sonar una suave melodía-
- Ya se cansaron mis pies, si me permites iré a tomar un poco de café -Dijo Amelie exhausta-
-Abren bruscamente la puerta-
-Señorita Amelie, tengo malas noticias -Dijo Nancy desconsolada- Sus padres tuvieron un accidente mientras venían hacia aquí.
Narra Amelie:
En ese momento se me cayo el mundo encima, quedé paralizada por las tristes palabras de Nancy, no sabia como reaccionar por lo cual comencé a negar lo sucedió. Me repetía ¿esto está pasando en serio?
Sentía que me Moria, no sabría qué haría sin mis padres, eran lo más importante para mí. Mi madre Elizabeth, una mujer fuerte y segura de si misma, mi padre me decía lo mucho que me parecía a ella, y mi padre George, un hombre amable que amaba la poesía, aun recuerdo las mañanas en las que el me leía sus poemas...
-En ese momento me desvanecí ante los ojos de Ethan y Nancy-
- ¿¡SEÑORITA RYMER, SE ENCUENTRA BIEN!? -Exclamo Nancy por lo que había sucedido-
Narra Amelie:
Cuando me había desvanecido Ethan no supo que hacer, se puso mas nervioso de lo que ya estaba y comenzó a alzar la voz. Minutos mas tardes pude volver a despertarme, todavía estaba en shock por lo sucedido y Ethan aun así estuvo ahí para consolarme.
-Suenan las campanas de las doce de la madrugada-
Había llegado la hora de dormir por lo cual me dirigí a la habitación
- ¿Segura que quieres dormir en la habitación de tus padres? -Pregunto Ethan-
-Hoy quiero dormir aquí, aun así, gracias por preguntar... -Respondió Amelie-
Narra Amelie:
Esa noche tuve uno de los sueños mas extraños de mi vida, veía como caía en un agujero colorido, todo se sentía tan real que parecía que no estaba durmiendo. Cuando llegué al final del agujero pude ver dos carteles luminosos, no pude llegar a leerlo bien ya que se me complicaba mucho.
