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-OLVIA- grito 
- espera, madre- dije quejándome de un particular dolor
- Olivia- dijo mi madre entrando a la recamara- gracias Molly por ponerle el corsee a mi hija- dijo con una gran sonrisa 
- ya te dije..... que.... no..... respiro- dije quejándome
- deja de quejarte, es importante- dijo mi madre tocando mis mejillas 
- ni que me fueran a coronar- dije con sarcasmo 
- no es tu coronación, pero es tu audiencia- dijo mi madre mirando el vestido 
- madre, odio el rosa- dije con enojo 
- resalta tus ojos- dijo mirando mi rostro
- son color mierda- dije reprochando 
- Olivia, deja de decir malas palabras- dijo mi madre con la vena de su frente a punto de estallar 
- esta bien, pon el algodón de azúcar en mi- dije refiriéndome al vestido. 

Hola, soy Olivia Isabella Antonieta de la Victoria Sagrada III, mi abuela y mi madre tienen los mismos nombres, solo que mi abuela murió por un infarto y mi madre la llaman Antonieta, joder, me encanta que me digan Bella por Isabella pero todos me dicen Olivia, tengo 17, estoy a unas semanas de cumplir 18 y como para la gran sorpresa de nadie, debo casarme con un hombre para ser reina, mis padres crearon una audiencia para que la corte me diera un tiempo predeterminado para buscar un marido, nada lindo, lo se. 

- por tu culpa vamos tarde- dijo mi madre jalando de mi mano por los grandes castillos de piedra 
- tu fuiste la que me puso como una muñeca- dije acomodando un mechón de cabello detrás de mis orejas 
- hoy también vas a conocer a tu prometido- dijo con ira. 

En ese momento las puertas de la audiencia se abrieron y ambas fingimos una sonrisa, ambas caminamos como delicadas muñecas de porcelana al estrado, donde estaba el juez y el rey, ambos con todo el poder del universo, nos sentamos y escuchamos. 

- la princesa Olivia Isabella Antonieta de la Victoria Sagrada, al estrado- dijo el juez 
- si- dije para pararme al frente de el 
- la duquesa Regina Pussett, al estrado- dijo el juez
- objeción, relevancia??- pregunte al ver a mi prima lejana 
- la duquesa también es una potencial reina, ya que tiene mas edad que usted princesa, y tiene esposo- dijo el juez 
- disculpe?- dije indignada- he estudiado los últimos 10 años sobre, Historia, Política, Matemática y geografía, soy la heredera legitima a la realeza, me he preparado por esto toda mi puta vida para que esta incestuosa me quite lo que es mío?- dije con ira 
- princesa, cuide su vocabulario, y que es incestuoso para usted?- pregunto el juez 
- esta mujer... esta casada con su hermano, solo para tener la codicia y tener mas poder- dije enojada 
- pero usted prefiere a una reina lesbiana, verdad?- dijo lo mujer 
- disculpa- pregunte a la sorpresa 
- no te hagas la que no sabes- dijo Regina 
- me casare con el príncipe Arturo- dije muy rápido
- como?- pregunto el juez 
- dicen que para ser reina debo tener esposo, el territorio de Virago es mucho mas amplio que el de la Victoria, el reino actual de La Victoria debe expandirse, y que mejor que con el pueblo de Virago- dije con una sonrisa 
- CORTE, elección- dijo para que un montón de hombres se fueran a donde estaba el juez y hablar de quien seria la mejor reina para La Victoria. 

Camine con las manos temblorosas, las miradas de enojo y frustración entre Regina y yo se cruzaban. 

- Dijiste que no te gustaba Arturo- dijo mi madre 
- bueno, es mejor que esa loca sea reina, además, ni esta tan feo- dije con un suspiro 
- esa es mi hija- dijo mi madre besando mi frente. 

- AUDIENCIA, la corte del reino de La Victoria a tomado la decisión, de que lo coronación de la princesa Olivia Isabella Antonieta de La Victoria, se llevara al cabo el próximo viernes 20 de mayo, siendo el cumpleaños numero 18 de la princesa, SE CIERRA LA SECION- dijo para marcharse. 

Una calma llego a mi cuando dijo esas palabras, además Arturo esta guapo, tengo una semana antes de la coronación, mi madre y yo fuimos a mi alcoba donde me esperaba Lenora, si, Lenora, no Leonora. 

- LEA, amiga que gusto verte- dije corriendo para abrazarla 
- amiga, que linda estas- dijo sonriendo 
- Liv, Lenora, las dejo que hablen- dijo mi madre para salir de mi alcoba 
- hermosa no sabes cuanto te extrañe- dije besando a mi hermosa novia 
- también te extrañe, dios no sabes las ganas que tengo de salir a la calle y gritarle a todos que estamos juntas- dijo tomando mis mejillas 
- yo igual, pero no quiero terminar hecha carbón, pronto cuando sea reina, quitare ese puto decreto y estaremos juntas- dije para dejar otro beso. 

Esa tarde hablamos, nos reímos de todo y todos, yo la amaba, desde que tenia 14, y desde que teníamos 15 estuvimos juntas, y yo prefiero estar con una chica que me lleva solo 4 meses y que la amo, a estar con un tipo de 32 años que ni conozco. 

- Olivia, debemos hablar contigo- dijo mi madre sonriendo 
- seguro mama- dije saliendo y dejando a Lea en la habitación. 

Las manos de mi madre temblaron, unas cuantas lagrimas recorrían por sus mejillas, su mano apretaba mi brazo, caminamos hasta el despacho de mi padre, es un estupidez pero siempre que vemos a mi padre debemos hacer una reverencia. 

- Padre-dije con aquella reverencia 
- Olivia, tu madre y yo debemos hablarte de algo- dijo mi padre
- si, seguro, que pasa- pregunte atenta 
- recuerdas a tus abuelos?- pregunto mi padre 
- si, mi abuelo fue asesinado y mi abuela murió por una posible taquicardia- dije seria 
- hija de hecho- dijo pero se quedo en silencio 
- a poco lo mataste tu?- dije con sarcasmo pero no hubo respuesta- mataste a mis abuelos?- pregunte 
- es una tradición que se remonta mas de mil años- dijo mi padre tomando mi mano 
- pues cámbiala, eres el rey no?- dije con enojo 
- Olivia cálmate- dijo mi padre 
- joder, no me voy a calmar, me estas jodiendo, quieres que te mate- dije dejando caer unas cuantas lagrimas
- si, pero es parte del decreto, ya tengo 45 años, no demorare en morir- dijo el 
- por no a manos de tu hija- dije con rabia 
- Olivia, ven acá- dijo enojado al ver que salí de su oficina. 

Corrí y en el camino me encontré con Jazz, mi mejor amigo. 

- hey, Liv, que pasa- dijo tomando mis brazos 
- debo, debo matar a mi padre- dije rompiendo en llanto
- oye, ya, tranquila bonita, vamos al establo y me cuentas bien- dijo Jazz.   
       

Flores MarchitasWhere stories live. Discover now