XIII

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Capitulo 13

¿Golden retriever o gato negro?


Dolor. Era lo único que podía sentir en mi cabeza.

Joder parece que me están atornillando la cabeza.

El rayo de sol me estaba dando directamente a la cara. Cerré los ojos con fuerza y solté un gruñido molesto. No pensaba levantarme de mi cama para cerrar la cortina.

Me tape con la sabana, pero aún así la claridad llegaba.

—¡Hermioneee!—Grite, mientras me tapaba y hacía una bolita en el medio de la cama.

Nadie contesto. Pero escuche unos pasos acercase a la cama.

—Cierra la puta cortina quieres.—Dije en un quejido molesto.

Y de un momento a otro escuche como los pasos se alejaban. El ruido de la cortina cerrándose hizo que dejara de apretar los ojos con fuerza y los relajará.

—Gracias.—Agradecí y trate de volver a dormir.

—De nada.

Esa no era Hermione y ese no era mi cuarto ni mi cama.

Mierda ya recordé... ¡Mierda!

Dormir un carajo.

Abrí los ojos rápidamente. Aún seguía bajo las sabanas pero no me atrevía a mirar. Hasta que lentamente corri un poquito para ver.

Y pude llegar a reconocer una espalda masculina al descubierto. No se veía muy bien por que estaba a contra luz de la ventana. Alguien se estaba cambiando y poniendo una camiseta.

En cuento vi eso abrí mis ojos tan grandes como dos platos. Mi intención era levantarme de esa cama lo más rápido posible.

Pero eso no sucedió.

Giré pensando que la cama seguía de ese lado, pero claramente no lo hacia. En cuanto menos me lo espere mi cuerpo estaba tirado en el piso.

—Auch..

Intente levantarme apoyándome en la cama. Seguía algo adolorida por el golpe. Cuando lo hice vi a Mattheo parado con las manos en los bolsillos y una sonrisa divertida en su rostro.

—Buenos días.

—Hola..—Dije en un suspiro mientras me tocaba la cabeza por el dolor.

Cerré los ojos con fuerza y el dolor estaba presente más que nunca. Los intente abrir lentamente hasta que logre distinguir una taza de café.

—Toma.—Mattheo me ofrece la taza.—Créeme que luego se te pasara.

Aceptó la taza y tomo un sorbo. El se sienta a un lado de la cama, mientras yo trato de asimilar la situación. Mire a mi alrededor. Había dos camas, en la que me encontraba yo, que completamente destendida. Tal vez por que me había caído.

Y  la que estaba enfrente, que se encontraba tendida. Lo que me llevó  a pensar que este era el cuarto de Mattheo y si no durmió en la otra cama entoces...

—Yo..eh, bueno tu..—Empecé a tratar de formar una pregunta.—¿Tu.. y yo?..

—¿No recuerdas nada?—Me pregunta el curioso.

—Algunas cosas pero..otras se vuelven borrosas.

Una sonrisa divertida se forma en su rostro. Lo mire extrañada y el soltó una pequeña risita a voz baja mientras se cubre la cara con un mano.

CORAZONES MALDITOS|| Mattheo Riddle. Where stories live. Discover now