Shane.

(+) poco porque su voz no salió de la manera habitual—. Chequearte. Quiero decir, dejarme chequear. A ti. Chequearte a ti. —se corrigió con rapidez, riéndose de sí misma y cerrando por un instante los ojos—. Entonces, ¿preparo pastas? 

La respiración de Amy cambió a una más densa y pesada, como si de alguna manera esa simple acción se había convertido en algo difícil de ejecutar que requería de toda su concentración. Llevaba meses conviviendo con Shane pero jamás, de alguna manera que ahora encontraba no entendible y absurda, lo había visto parcialmente desnudo. Porque era así como estaba, ¿no? Semi desnudo. Su pecho estaba al descubierto, bien formado con unos impresionantes y envidiables abdominales, con una V que incluso podía divisarse si es que bajaba la mirada un poco más y… Fue un pensamiento rápido y fugaz, tan efímero como un cometa, pero Amy no pudo evitar preguntarse a sí misma cómo se sentiría tener ese pecho contra su espalda o contra su mismo torso. 
            
            Tragó en grueso y dio las gracias a la existencia de la mísera vela que debía hacer de sus nervios y sonrojo unos menos visibles para Shane. Si tenía suerte, quizás el hombre no distinguía su respiración entrecortada en el medio de la oscuridad. Pese a que todos sus músculos le gritaban que se alejara de ese pecho, Amy colocó sus manos en él; en los primeros segundos, no perdió el contacto visual con Shane. Después de un tiempo, bajó su mirada a su abdomen y se mordió con fuerza el interior de sus mejillas. ¿Qué demonios le ocurría? No era el primer torso que veía, ¿por qué actuaba como una chiquilla de quince años? Sus dedos finos recorrieron la aterciopelada piel de Shane con cuidado, tanteando la textura de la misma para asegurarse de que no hubiera ningún tipo de rasguño o herida abierta mientras sus ojos trataban de visualizar con la poca luz que había algún tipo de herida. 
            
            Cuando escuchó las palabras de Shane, asintió con su cabeza, absorta en su propia mente e imaginación—. Sí, sí. Tienes razón. Estos hematomas no parecen la gran cosa, podrás sobrevivir un día más. —dijo con una sonrisa, alejándose de él y retirando su mano de su pecho—. Gracias por… —carraspeó un (+)

Confío en ti a ciegas, sé que iremos a un buen lugar donde ambos estaremos a salvo. Sí, lo sé, esto es algo pasajero como lo es todo últimamente. Además, si queremos buscar a mis padres y a tu hermana, lo mejor será que nos movamos pronto. ¿Tienes una idea de dónde podrá estar? ¿No tenían un lugar al que ir que era su favorito antes de todo esto? Sé que mis padres estarán en casa por la condición de mi mamá, así que… Podemos ir antes por ella. ¿Cómo era su nombre? ¿Katherine? Siempre le dices Katie pero quizás se llame de otra manera. Es una buena idea, me gusta, sé que seremos capaces de sacar todo lo que necesitemos de esa clínica. Tenemos que reponer penicilina, conseguí un poco ahora, pero es lo que más consumes luego de tus expediciones; no nos puede faltar. Asumo que no te escuchas a ti mismo y por eso dices estas cosas, porque nada de lo que dices tiene sentido, Shane, Por supuesto que no pienso abandonarte, así las cosas se vayan al demonio. Sea niña o no, no me iré de tu lado, anciano. ¿Estás seguro que no quieres que lo hablemos? Estoy aquí para ti. Puedes hablarme si quieres. Creo que los dos estaremos a salvo hoy, ¿por qué mejor no vienes a dormir también? Necesitas las energías nuevas para mañana tanto como yo.