Ella lo deseaba tan profundamente que sus pupilas, aún cuando sus ojos estaban cerrados, lo dibujaban en la oscuridad, de colores brillantes y muchas luces, lleno de alegría, tal como ella sabía que lucía a la luz de la luna. Cuando el sol salía, su brillo disminuía y se ocultaba, volviéndose una sombra andante que pocos veían, tal como las estrellas... No se ven en el día, pero sabes que están ahí y que esperan a que alguien los note. Él no esperaba ser notado por alguien, y mucho menos por quien irradiaba más luz que el sol mismo, pese a que Él siempre ha sido egocéntrico y quiere ser el más brillante... ella lo superaba. Ninguno de los dos sabía la tranquilidad que transmitían, pero al estar juntos, incluso a unos pocos metros, la potencia que emitían era tal que no podían verse entre ellos. 

04/04/15 ⭐❤