El ser humano es propenso a juzgar sin conocer, tachan a alguien de algo sin siquiera haberse tomado el tiempo de conocerlo. Dios me maldijo de la peor manera, dejó que el fuego que tenía en mi interior floreciera y fuera notorio, condenándome a llevar el pelo como si flameara, rojo como la mismísima sangre y rebelde como la peor de las tormentas, el aspecto que me dio podría salvarme o destruirme. Vivir escondiendo lo que sos no es vida exactamente, más si el resto se enterara de mi verdadero aspecto me juzgarían y rechazarían sin dudarlo, por eso creo que es mejor vivir en el anonimato que morir siendo conocido." Obra registrada, no se aceptan copias, tengan imaginación y respeto.