─ ¿Qué crees que haces? ─ grito, tratando de liberarme de su agarre. ─ Salvando tu cabeza─ escucho los pasos cada vez acercándose a donde estamos ─ es mejor que empieces a moverte, si no quieres acabar bajo tierra─ vuelve a jalar de mi. ─ ¿Cómo se que puedo confiar en ti?─ pregunto mirando sus ojos verdes, que hace días atrás me cautivaban. ─Me importa una mierda si cofias en mi, o no─ Camina hacia la ventana abierta ─ Es tu decisión.