Te amo más de lo que jamás podré gritar, esas palabras surcaron la mente de Hannah justo antes de lanzarse al vacío igual que que tiempo atrás había surcado la mente de Oliver antes de escribirlas en un papel. Ella se enamoró perdidamente del chico de la tez blanca cubierta de tatuajes,esa persona que conoció un día esperando el pequeño autobús en Londres. Quien diría que el sería la razón con más peso de su vida.