-Muy buenas tardes, estás hablando con Sebastián Valenzuela, presidente del partido- dijo con tono animado -me interesó muchísimo tu crítica, ¿Puedo saber con quién estoy hablando? -Yo... soy...- aún seguía recuperando la compostura, me sentía muy intimidada por el tono cargado de confianza que usaba Sebastián Valenzuela -mi nombre es Alicia. - ¿Cómo estás Alicia?- preguntó del otro lado de la línea -¿Me darías tus apellidos también, Alicia? -Espinoza Amigo- dije de mala gana. -La famosa Alicia Espinoza- dijo él -¿Cómo te encuentras el día de hoy, Alicia?. -Podría estar mejor- confesé, aún un poco sorprendida por la cercanía con la que me hablaba. - ¿Mucho trabajo, Alicia? ¿O estudias? - No...Yo... Estoy estudiando Derecho en la universidad mayor. -Ya veo, es duro, ahí estudié yo. -Lo sé- dije de mala gana -no quiero sonar grosera, pero no eres una persona con la que me interese hablar, así que voy a colgar. -Lo imaginé, no es sorpresa después de que me hayas eliminado tantas veces de las redes sociales. Quedé pálida. Creí que sus redes eran manejadas por un gran grupo de asistentes o algo así, jamás pensé que él tendría idea de lo que hacían con su nombre, pues tenía miles y miles de seguidores. -¿Sabes quién soy?- soné un poco más entusiasmada de lo que me habría gustado. -Claro que sí, Alicia, soy tu fan número uno- si bien lo dijo sin reírse, aún pude sentir un dejo de ironía en su voz, haciendo que pusiera mala cara instantáneamente. -Voy a cortar ahora- advertí. -Supuse que lo harías- expresó luego de un suspiro -no todos están abiertos al diálogo- iba a reclamarle, pero volvió a hablar -nos vemos, Alicia.