Lilian lucha por enfrentar la muerte de su hermana pequeña, pero cada día la idea de seguir adelante parece más lejana y dolorosa. No sabe si algún día podrá hacerlo pero lo intenta. En una noche estrellada de 1996 logra por primera vez después de mucho tiempo, soñar. En ese sueño descubre a un chico. Ve en él la felicidad y paz que necesita, pero que no había logrado encontrar, no hasta que lo conoció. En solo sueños podía sentirlo, podía sentir su amor y su brillo, su audacia y altruismo. Y eso hizo que ella quisiera buscarlo. Ya no solo soñarlo. Tenía una razón. Y la búsqueda solo una interrogante. ¿El chico será real?