Story cover for Mi cuerpo en sepia by PaulaIthurbide
Mi cuerpo en sepia
  • Reads 666
  • Votes 6
  • Parts 13
  • Reads 666
  • Votes 6
  • Parts 13
Complete, First published Jul 16, 2014
Me siento finita como un papel, casi sin espesor. Hoy el cuerpo manda y la
mente acata a regañadientes; es que sin carrocería no vamos a ningún lado. Me
descuidé, lo acepto y hoy pago las consecuencias. Sin embargo hace años que
trato de sacar con baldes el agua que se mete a raudales en mi barco. Soy rehén de mi cuerpo. Él decide qué se hace y a qué se renuncia. ¡Podríamos funcionar tan bien si nos quisiéramos y respetáramos un poco más!
All Rights Reserved
Sign up to add Mi cuerpo en sepia to your library and receive updates
or
#110fobias
Content Guidelines
You may also like
You may also like
Slide 1 of 10
Final de la Dinastía Pirata cover
El padre de mi esposo [Terminada✓] cover
EL TRIUNFO DEL AMOR  cover
Nuestro Secreto (1) cover
Kilometraje cover
corazón sin voz cover
Lo Que Nunca Dije cover
Si todo lo que soñáramos fuera realidad (Completa) cover
Resplandor (#2) cover
Despeinada Por El Viento. cover

Final de la Dinastía Pirata

29 parts Complete Mature

Cuando era adolescente, recuerdo que estaba sola en casa y aprovechaba de encenderme un cigarrillo, me paseaba bailando o cantando por todas partes, como si nadie fuese a notar el olor, nadie lo hacía. Lo peor de todo fue cuando me pillaron, pensaba que nadie me había visto, pero todos lo vieron y lo malo de que todos te vean es que todos hablan, todos cuentan, todos exageran. Cuando empecé a fumar, creo que tenía entre catorce o trece años, era una niña, pero cuando me descubrieron a nadie le importaba. A nadie le interesaba en lo más mínimo porque lo hacía, por que comencé a hacerlo, cuando y con qué. No tenían idea de que era decepción, que estaba triste, enojada y sola. Me habían traicionado. Una amiga y un chico, mi primer amor. Desde ese momento cambie. Jamás llegue a preguntarme por qué decidí ser la perra mala a la chica buena y amable que todos amaban. Quizás porque siendo la perra, nadie te hiere y siendo buena te vuelves un blanco fácil de herir. Quizás por eso decidí ser la que lastima a la que lastiman. Y quizás por eso también descubrí que lo sigo siendo, yo soy la que lastima, lo lastimo a él. No sé cómo. Pero lo hago. Quizás es mi naturaleza, pero ellos me hicieron así. Tercera parte de